Cinco formas de motivar a tu equipo desde la empatía y la autoridad
La presión de manejar una crisis pone a prueba el liderazgo y la cultura de cualquier compañía.
La presión de manejar una crisis pone a prueba el liderazgo y la cultura de cualquier compañía.
Si las organizaciones no empiezan a actuar, el ordenamiento podría mermar los poderosos efectos que impulsan su crecimiento y que benefician a los usuarios.
La innovación no es en sí misma una estrategia, sino el mecanismo para lograr un cambio de magnitud, actividad o dirección.
Una gobernanza adecuada requiere balance y ajuste. Cuando se hace correctamente, puede potenciar la innovación digital sin comprometer la ciberseguridad.
No todos los sistemas de Inteligencia Artificial son autónomos, y mientras mayor interacción y presencia humana tengan, pueden tener mejores resultados.
Estar a la cabeza en medio de la incertidumbre radical, significa ayudar a tu equipo y red de contactos a “construir” el futuro inmediato contigo.
El viejo paradigma de que un negocio rentable es aquel que genera ganancias sólo en relación con sus resultados financieros -sin considerar su corresponsabilidad ambiental y social- ha quedado en el pasado.
Las redes sociales se han convertido en parte de nuestro día a día tanto en la vida privada como laboral. Son una herramienta de comunicación que nos permite conectar con personas de todo el mundo, y tener una red de amigos y conocidos con los cuales compartir parte de nuestras actividades diarias.
La Inteligencia Artificial es mucho más que algoritmos, procesamiento de datos y modelos matemáticos.
Para avanzar en la lucha contra este tipo de ideología, las empresas deben ir más allá de la semántica.
Enfocarse en el impacto positivo externo es un criterio cada vez más frecuente en el mundo corporativo, normalmente ejercido por innovadores sociales dentro de grandes empresas que se concentran en mejorar el desempeño colectivo y medioambiental.
Vivimos en un mundo en el que cada segundo del día se genera un sinfín de información. Desde las transacciones que realizamos, las ideas y opiniones que compartimos, hasta el comportamiento y reacciones que tenemos frente a diferentes personas y objetos.
Cada segundo, aproximadamente, nacen cuatro bebés y mueren dos personas, lo que significa que estamos añadiendo dos individuos netos al planeta por segundo o 7,200 humanos más por hora. Para ponerlo en perspectiva, lo anterior equivale a replicar la población de la ciudad más poblada en el mundo (Tokio) con 38 millones de habitantes cada siete meses. Y esto sigue manifestándose en plena pandemia.
Es importante tomar en cuenta que, si bien las personas requieren un proceso de cambio para progresar en sus vidas, también las empresas necesitan implementar fases de mejora continua.
La transición que muchas organizaciones han experimentado en los últimos meses ha evidenciado -en menor o mayor medida- el poder de la digitalización para agilizar procesos y tomar mejores decisiones de forma remota. Esta misma transición ha dado pie a ser más resilientes tanto en el ámbito personal como profesional.
En 2019, el informe anual de Boston Consulting Group y MIT Sloan Management Review dio a conocer que tan sólo un grupo reducido de empresas está aprovechando la Inteligencia Artificial para generar ventajas competitivas.
Al inicio de 2020, distintas empresas desplegaron su planeación para el año, el cual llegó a tener buenas expectativas para la mayoría. Pero, de forma inesperada, se propagó un virus nuevo en Asia, llamado COVID-19.
El crecimiento social es la base para que las naciones proporcionen una mejor calidad de vida para sus habitantes. Se puede definir como la condición dentro de un país, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales (Reyes, 2009).
Los líderes empresariales deben comprender cómo la pandemia ha alterado los imperativos emocionales que afectan las elecciones de los consumidores.
La facilidad con que los consumidores se han adaptado a los cambios, señala un futuro mayormente disruptivo.
Aprovechar los beneficios de los periodos de transición es útil para hacer frente a los desafíos y también es importante para planificar estrategias futuras.
El motor actual de crecimiento reduce el impacto económico a largo plazo de la pandemia de COVID-19.
Para seguir siendo relevantes y resilientes, las empresas y los líderes deben esforzarse por acelerar el desarrollo de negocios, utilizando componentes clave para el crecimiento.
Mientras no podamos mirarnos a la cara, las empresas deben descubrir cómo cultivar la confianza del consumidor durante la pandemia de COVID-19.
A medida que el mundo se recupera de la onda de choque inicial, causada por la pandemia de COVID-19, las empresas se están preparando para transformarse de regreso a sus lugares de trabajo físicos.
Para construir nuevas cadenas de valor industriales, que beneficien a las personas, la sociedad y el planeta requieren de un nuevo sistema operativo.
El COVID-19 establece un parteaguas en el mundo laboral, ya que abre las puertas “de par en par” al teletrabajo y presenta nuevos retos de gestión.
Definitivamente, la forma de laborar ha cambiado por la pandemia de COVID-19. Y para quienes tienen la suerte de hacerlo de forma remota, las especulaciones sobre el regreso del personal a las empresas van acompañadas de una variedad de emociones encontradas.
La elección presidencial en los Estados Unidos, tendrá un importante impacto en el crecimiento y desarrollo de México durante los próximos años. Estos son los escenarios previstos en nuestro país, dependiendo del resultado electoral.
No podemos conocer los contornos exactos de lo que vendrá en los próximos meses para la economía global y nuestros lugares en ella. Lo que sí sabemos es que hay una gran recesión en el horizonte, y que el enfoque ejecutivo estará en reducir costos e incrementar el rendimiento.