Episodio 204: Las ventajas de aprender español después de los 40
Si tienes más de 40 años y estás aprendiendo español, te interesa muchísimo: por qué aprender un idioma en la madurez puede ser una gran ventaja.
Seguramente has escuchado frases como:
Si no aprendes un idioma de niña o niño, ya es demasiado tarde. Y esta frase, por cierto, ya sabes que es mentira porque tienes al menos un nivel intermedio de español.Otra que se escucha mucho es: A partir de cierta edad el cerebro deja de aprender con la misma facilidad.O también se dicen cosas como: Es mucho más difícil memorizar palabras nuevas cuando eres mayor.Bueno, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Realmente es más difícil aprender español después de los 40? ¿O es posible que, en realidad, tengas algunas ventajas que los más jóvenes no tienen?
En este episodio vamos a responder a todas estas preguntas y descubrir:
Cómo funciona la neuroplasticidad y por qué tu cerebro sigue teniendo la capacidad de aprender.Estrategias específicas para aprender español de manera más efectiva después de los 40.Beneficios cognitivos y personales de estudiar un idioma en la madurez.Y por supuesto, algunas historias y anécdotas de personas que han aprendido español con éxito a esta edad. En mi experiencia y como profe de español desde hace ya 8 años hay una ventaja fundamental de aprender idiomas a partir de cierta edad que te voy a contar luego.Pero antes de empezar, quiero recordarte que en mi página web, SpanishLanguageCoach.com, tienes recursos gratuitos para seguir mejorando tu español complementarios al episodio como la transcripción y traducción al inglés y las tarjetas de vocabulario.
Y si quieres dar un paso más en tu aprendizaje, tengo una noticia importante: hasta el domingo 9 de marzo están abiertas las inscripciones a mis cursos online. Así que, si llevas tiempo pensando en apuntarte a uno de mis programas para mejorar tu español con un método estructurado y práctico, este es el momento perfecto. Apuntarse a algo es sinónimo de inscribirse.
Jordan, un chico de EEUU terminó hace poco mi curso de nivel intermedio y esto es lo que dijo:
Acabo de terminar el curso de Español Ágil de César hace poco y la verdad es que me ha ayudado muchísimo. Está estructurado de una manera muy sencilla y progresiva que creo es clave. Concretamente, diría que la mayor ventaja del curso es la habilidad de revisar los temas cuando quieras. Además, sé que como como estudiante de este nivel nos preocupamos mucho por el subjuntivo. César y el curso explican el tema de una manera muy única, pero con todo sentido. Aprecié especialmente que César y el equipo de profes estuvieran disponibles para abordar cualquier pregunta que tenía. Después de hacer el curso, hablo con más precisión y comprensión del idioma que nunca. Realmente, al terminar el curso, estoy aún más animado a continuar el proceso de aprendizaje, así que te ánimo a inscribirte en el curso. Sin duda, es una inversión en ti mismo. Un saludo grande.
Muchas gracias, Jordan, y enhorabuena por tu progreso.
Ahora sí, vamos a descubrir por qué aprender español después de los 40 puede ser una de las mejores decisiones que puedes tomar. Empezamos.
Antes de entrar en estrategias concretas, quiero hablarte de algo muy importante: la neuroplasticidad. Suena complicado, pero en realidad es algo bastante sencillo. Básicamente, significa que nuestro cerebro tiene la capacidad de cambiar y adaptarse, sin importar la edad que tengamos.
Durante mucho tiempo, se pensaba que solo las criaturas, las niñas y niños pequeños, podían aprender idiomas con facilidad porque sus cerebros estaban "en formación". Pero hoy sabemos que eso no es del todo cierto. Sí, los niños aprenden de manera diferente, pero los adultos tienen otras ventajas que pueden hacer que su aprendizaje sea igual de efectivo, e incluso más rápido en algunos aspectos.
Y a ver… Es cierto que las criaturas tienen una gran ventaja que los adultos no tenemos: su facilidad para captar sonidos y reproducirlos con una pronunciación casi perfecta, ya que su aparato fonador aún es flexible y su oído está más afinado para distinguir matices, diferencias, sutiles en la entonación y el acento.
No quiero hablar mucho de pronunciación y acento en este episodio porque en unas semanas vamos a tratar el tema. Solo te digo que, aunque como persona adulta ya tengas una forma establecida de pronunciar ciertos sonidos, también puedes mejorar tu acento con práctica y exposición constante. A diferencia de ua personita, tú puedes analizar conscientemente los movimientos de tu boca, lengua y garganta para producir sonidos más precisos. Pero de esto hablamos otro día en profundidad…
Volviendo al tema de la neuroplasticidad. Cuando aprendes español, tu cerebro está trabajando constantemente: escuchas sonidos nuevos, memorizas palabras, formas frases, piensas en cómo organizar las ideas… Y todo esto obliga a las neuronas a crear nuevas conexiones. Es como si estuvieras entrenando un músculo. Cuanto más lo usas, más fuerte se vuelve.
Ahora bien, aquí viene la gran pregunta: ¿significa esto que aprender español después de los 40 es fácil? No necesariamente. Es verdad que no se tiene la misma rapidez que alguien de tres años, pero tenemos algo que ellos no tienen: estrategias. Como adultos, somos capaces de analizar mejor la información, de hacer conexiones con otros idiomas que ya conocemos y de usar técnicas que nos ayuden a memorizar más rápido.
Así que no, no estás en desventaja por aprender español a esta edad. Al contrario, puedes sacarle mucho partido a tu experiencia y a la forma en la que funciona tu cerebro. Cuando sacamos partido a algo es que lo aprovechamos al máximo.
Ahora que sabemos que el cerebro sigue teniendo la capacidad de aprender sin importar la edad (de manera general), la siguiente pregunta es: ¿cómo aprovechar esto al máximo? Porque, claro, una cosa es saber que puedes aprender español después de los 40 y otra es encontrar la manera más efectiva de hacerlo.
Aquí es donde entran en juego las estrategias de las que te he hablado. Y lo primero que quiero decirte es que, a diferencia de un niño, tú no necesitas aprender español de manera pasiva todo el tiempo. Los niños pasan años escuchando su lengua materna antes de empezar a hablar. Durante ese tiempo, su cerebro está absorbiendo sonidos, estructuras y vocabulario sin que ellos sean conscientes de ello. Pero nosotros, como adultos, ya hemos desarrollado habilidades cognitivas que nos permiten acelerar este proceso. De hecho, un adulto empieza a hablar el idiomas el primer día que empieza a aprenderlo. Le llevamos una ventaja de años a los más peques…
Y por supuesto, eso no significa que el aprendizaje pasivo no sea importante. De hecho, escuchar y leer español de forma regular, aunque no entiendas todo, es una de las mejores formas de acostumbrarte al idioma. Por eso, algo tan sencillo como escuchar este podcast mientras haces otras cosas ya te está ayudando. Pero la diferencia es que, como adulto, no tienes que pasar años solo escuchando antes de empezar a hablar. Puedes combinar el aprendizaje pasivo con estrategias activas que te ayuden a avanzar más rápido.
Una de esas estrategias es integrar el español en tu rutina de forma constante, aunque sean solo 20 o 30 minutos al día. No hace falta que te sientes a estudiar con un libro de gramática durante horas. Puedes escuchar un podcast mientras cocinas, ver una serie con o sin subtítulos en español o leer artículos sobre temas que te interesen. Lo importante es que el español esté presente en tu día a día.
Otra estrategia clave es la repetición espaciada. Esto significa que, en lugar de intentar memorizar 50 palabras nuevas en un solo día, es mucho más efectivo repasar pequeñas cantidades de información varias veces a lo largo del tiempo. Hay aplicaciones que te ayudan con esto, como Anki o Quizlet, pero también puedes hacerlo con tarjetas físicas o incluso con notas en tu móvil. Cuando al principio de cada episodio te recomiendo usar las flahcards o tarjetas de vocabulario te hablo de esto. De usar en este caso Quizlet para poder memorizar palabras y expresiones como “sacarle provecho a algo” usando la técnica de la repetición espaciada, que ha demostrado ser muy efectiva para retener la información.
Y aquí va otra clave: asociar lo que aprendes con cosas que ya conoces. Los adultos tenemos la ventaja de que ya hemos aprendido muchas cosas en la vida, tenemos muchas experiencias, así que podemos conectar el español con nuestro propio idioma o con otros idiomas que conocemos. Las asociaciones emocionales también son muy buena estrategia para recordar los que hemos aprendido. Si estás aprendiendo una palabra o expresión no te limites a recordarla o memorizarla, asóciala con un recuerdo o una persona que conoces. ¡Será mucho más fácil que se quede!
Así que no se trata de estudiar y aprender más, sino de hacerlo mejor. Usar nuestra experiencia como adultos para hacerlo de forma más inteligente.
Y ahora vamos a hablar de algo que, además de ayudarte a mejorar tu español, tiene un impacto positivo en otras áreas de tu vida: los beneficios de aprender un idioma en la madurez para tu mente y para tu vida en general.
Porque aprender un idioma no es solo una cuestión de comunicación, también tiene un impacto enorme en cómo funciona tu cerebro y en cómo te sientes en tu día a día.
Empecemos con lo que ocurre a nivel cognitivo. Aprender español mantiene el cerebro en forma. Cuando estudias un idioma, tu mente está trabajando constantemente: escuchas, recuerdas palabras, buscas la mejor manera de estructurar una frase, intentas entender a otra persona y responderle. Todo esto es un ejercicio mental increíble, porque obliga a diferentes partes del cerebro a colaborar al mismo tiempo. De nuevo, es como si estuvieras entrenando tu mente del mismo modo que entrenas el cuerpo cuando vas al gimnasio.
Y aquí viene algo interesante: varios estudios han demostrado que aprender un idioma puede retrasar el envejecimiento del cerebro. No significa que aprender español te haga inmune al paso del tiempo, pero sí que puede ayudarte a mantener la agilidad mental durante más años. Se ha visto que las personas bilingües o que aprenden un segundo idioma suelen tener mejor memoria, más capacidad de concentración y mayor rapidez para resolver problemas. Incluso hay investigaciones que sugieren que aprender y usar otro idioma podría retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Y centrándonos de nuevo en el aprendizaje de idiomas, los beneficios no son solo cognitivos. También hay un impacto enorme a nivel personal. Cuando aprendes español, te das cuenta de que eres capaz de hacer algo nuevo, de que todavía puedes aprender y mejorar. Y esto, a nivel emocional, es muy poderoso. Muchas personas sienten que después de cierta edad ya no pueden cambiar o que es tarde para empezar algo nuevo. Pero cuando ves tu propio progreso, cuando te das cuenta de que hoy entiendes cosas que hace un mes no entendías, eso te da una sensación de logro y motivación que se extiende a otras áreas de tu vida. Es un refuerzo muy grande para nuestra autoestima, la verdad.
Además, aprender español te abre puertas. No solo en el sentido de viajar con más confianza o comunicarte mejor en otros países, sino también en términos de relaciones humanas. Muchas personas que empiezan a aprender español después de los 40 terminan conociendo gente nueva, haciendo amigos, conectando con otras culturas y, en algunos casos, incluso cambiando su perspectiva del mundo. Porque aprender un idioma no es solo aprender palabras, es también entender una forma diferente de ver la vida.
Y algo que me parece importante mencionar es que aprender español en la madurez te da una ventaja frente a la monotonía. Muchas veces, cuando llegamos a cierta edad, caemos en la rutina, en hacer siempre lo mismo, en estar en nuestra zona de confort. Aprender un idioma rompe con esa rutina, te saca de lo conocido y te pone en una situación de reto, de exploración. Y esto es lo que mantiene la mente activa y la vida interesante.
Así que no importa la edad que tengas. Aprender español no solo es posible, sino que puede traerte beneficios que van mucho más allá del idioma.
En todos estos años enseñando español, he trabajado con muchísimos estudiantes que han empezado a aprender el idioma después de los 40, los 50, los 60 e incluso los 70. Y si hay algo que he notado en mi experiencia, es que las personas que aprenden un idioma a partir de cierta edad tienen una ventaja fundamental: la falta de complejos.
Cuando somos jóvenes, tenemos mucha más inseguridad. Nos preocupa lo que piensen los demás, tenemos miedo de hacer el ridículo si cometemos un error, nos da vergüenza hablar en otro idioma. Pero cuando llegamos a la madurez, en muchos casos, todo eso desaparece o, al menos, deja de ser tan importante. Ya no sentimos esa necesidad de aprobación constante. Sabemos que equivocarnos no es un fracaso, sino parte del proceso. Y esto hace que el aprendizaje sea mucho más fluido y natural.
Recuerdo, por ejemplo, a uno de mis estudiantes, un hombre británico que empezó a aprender español a los 55 años porque su hija se había casado con un argentino. Él no tenía prisa, no se obsesionaba con hablar perfectamente y, sobre todo, no tenía vergüenza. Desde el principio, se lanzó a hablar con los suegros de su hija, aunque solo supiera unas pocas frases. Decía cosas como “yo querer más empanadas” o “mañana fútbol, tú y yo”, y aunque no fuera gramaticalmente perfecto, se hacía entender. Y ese tipo de actitud muchas veces marca la diferencia para continuar mejorando.
También he tenido estudiantes que han empezado a aprender español en la madurez simplemente por placer, sin la presión de los exámenes o de un objetivo concreto. Una mujer alemana que siempre había querido aprender español, pero nunca había tenido tiempo por el trabajo y la familia, empezó con clases cuando se jubiló. En poco tiempo, estaba viajando por España, conversando con los locales y disfrutando el idioma sin el estrés que muchas veces tienen los estudiantes más jóvenes.
Y es que al final, cuando aprendes un idioma después de los 40, lo haces porque realmente quieres hacerlo, no porque alguien te obliga. Esto cambia completamente la experiencia de aprendizaje. Ya no se trata de aprobar un examen o de cumplir con una exigencia académica o una exigencia de tus padres que quieren que hablés un idioma y toques el piano. Se trata de disfrutar del proceso, de conectar con la cultura, de expandir tu mundo.
Así que, si alguna vez has pensado que eres demasiado mayor para aprender español, quiero que pienses en esto. No solo no es tarde, sino que en muchos aspectos, es incluso más fácil porque ya no tienes el miedo al error, la inseguridad o la necesidad de demostrarle nada a nadie. Aprendes porque te gusta, porque lo disfrutas.
No hay una única forma de aprender un idioma, y está claro es que no hay una edad límite para hacerlo.
Así que, si estás aprendiendo español ahora, si has empezado hace unos meses o si llevas tiempo pero sientes que el proceso es lento, quiero recordarte algo: lo importante no es la velocidad, sino la constancia. No se trata de cuánto tiempo tardes en hablar con fluidez, sino de disfrutar el camino y celebrar cada pequeño avance.
Y antes de despedirme, quiero recordarte que hasta el domingo 9 de marzo están abiertas las inscripciones a mis cursos online. Si quieres aprender con un método estructurado y avanzar de manera más rápida y efectiva, este es el momento perfecto para unirte.
Si no estás seguro de cuál es el curso adecuado para ti, puedes hacer el test de nivel en mi web, SpanishLanguageCoach.com, o enviarme un correo a [email protected] y te ayudaré a elegir el mejor programa según tu nivel y objetivos.
Nos escuchamos en el próximo episodio. Un abrazo grande.