Esto es Rambulante, soy Daniel Alarcón. Talía desnudará todos sus secretos. Las confesiones de Talía devastarán a su familia. En julio del 2012 se estrenó un programa de televisión que acaparó la atención de todo el Perú. ¿Quién preguntas separan hoy a un peruano de ganar 50 mil soles en efectivo? ¿Quedará alguna persona honesta en el Perú? Es el momento de conocer el valor de la verdad.
El valor de la verdad. Para ese momento yo había estado en muchos países y en Perú se convirtió en un éxito inmediato, líder de los ratings. Esta historia la reportamos inicialmente en el 2013, pero a pesar de los años la encontramos vigencia, y es que en marzo de este año el programa volvió por tercera vez a la televisión peruana.
Y de nuevo, ha sido un éxito en los ratings. Desde hace tiempo, el drama se enfoca en la farándula peruana, pero queríamos rescatar la historia de su primera concursante, Ruth Alía, una chica joven, nada famosa, y lo que le costó decir la verdad en televisión nacional. pausa y ya volvemos.
Hola, soy Ana Turán, compositora musical de Radio Ambulante, y tengo una gran noticia. Acabamos de lanzar nuestro disco Atmosfera Infinita Vol. 2, 60 tracks con la música que hacemos para nuestros podcasts, especialmente creada para acompañar
en esos momentos que disfrutas más, como un viaje en carretera o una noche cocinando con amigos. Escucha el álbum ahora mismo en tu aplicación de música preferida. Solo búscalo como Atmosfera Infinita Vol. 2 o encuéntralo en la playlist de Radioambulante Records. Estamos de vuelta aquí el episodio. Si eres peruano, lo más probable es que reconozcas esta voz. Soy Beto Ortiz, tengo 45 años, soy periodista, más exactamente reportero, de vez en cuando escribo.
y conduzco algunos programas de televisión. En Perú, la gente lo conoce como Beto. Así no más. Lleva dos décadas trabajando en la televisión. Y si bien es una figura que polariza la opinión pública, me consta que la gente lo saluda con cariño. Todo el mundo lo reconoce. Una vez le pregunté qué se sentía ser famoso y me respondió con una risa. Es como preguntarme cómo se siente ser gordo, me dijo Beto. Ya no me acuerdo cómo era ser flaco.
Cuando aceptó ser el presentador del valor de la verdad, ya era considerado el periodista y líder de opinión más poderoso del país. El formato de este programa le gustó de inmediato. Me pareció que era una fórmula muy astuta para conseguir lo que normalmente a los periodistas nos cuesta muchísimo conseguir, que nos digan un poco más de verdad de lo usual. Entonces, al convertir la entrevista en un show y al convertir el encuentro con el personaje en un juego de concurso...
El desafío se planteaba de manera mucho más descarnada y directa. La mejor forma de comprender en qué consiste el concurso es que oigamos la descripción que Beto da en el show mismo. Antes de participar en este programa cada uno de nuestros concursantes ha pasado por una rigurosa prueba del polígrafo o detector de mentiras.
Ellos estarán aquí para responder las mismas preguntas que se les hizo ante este dispositivo. Y si responden 21 preguntas con la verdad pueden ganar 50 mil soles, casi 20 mil dólares. La primera persona que concursó en Perú se llamaba... Ruth Talía Zaya Sánchez, operadora de Call Center, 19 años. Vive con sus padres en Huachipa, Lima.
Para los que no son limeños, les cuento. Huachipa es una zona entre rural y urbana en las afueras de la capital peruana. La carretera central, que te lleva hacia la sierra, bordea la zona. Hay caminos polvorientos sin asfaltar, campos de cultivo y casas a medio construir. Por todas partes se ven mototaxis yendo y viniendo. El zumbido de sus motores se escucha día y noche.
En este barrio vivía Rutalia, con sus padres, su hermana Eva y un hermanito de 8 años. Para su familia, Rutalia era atrevida, graciosa, carismática, inteligente. Pero cuando Beto la conoció en el set del Canal 2, la primera impresión que tuvo fue un poco distinta. La verdad es que una chica muy promedio, ¿no? Una chica que era atractiva, pero no era una persona que llamara mucho la atención. Una chica más bien perfil bajo, apocada. Pero cuando se prendieron las cámaras, algo cambió. Thank you.
¿Estás nerviosa, Ruta Lía? Sí, un poco, pero normal. ¿Hay algo que quieres revelarle a tu familia y a tus seres queridos hoy? Hoy, sí. Muy bien. ¿Estás dispuesta a decir la verdad frente a... ¿A tu familia, a ti misma y a todo el Perú? Sí, estoy lista. No, asiento, por favor. Y así comenzó la cosa. Rutalia, según las reglas del programa, debería llevar tres invitados y escogió a su novio y a sus padres.
Esta es su mamá. Mi nombre es Vilma Rosario Sánchez Rojas. Soy huancabelicana. Tengo 42 años. A Lima vine por el futuro de mis hijas. Huancabelica, la provincia donde nació Vilma, queda a unas 14 horas de Lima. Rutalia y su hermana Eva nacieron allí, en el campo, pero se mudaron a Lima cuando eran muy pequeñas. Junto con su esposo Leoncio, Vilma tiene un grupo de música folclórica. Ella canta y él toca el arpa. Además, son dueños de una vidrería.
El día de la grabación, Vilma acompañó a su hija al canal. Rutanía no le había contado mucho a su mamá sobre el programa. Las preguntas, según lo que entendía Vilma, tendrían que ver con cómo habían llegado a la capital, de dónde venían, ese tipo de cosas. Y entonces yo le dije, ay, pero con esas preguntas van a ganar plata. Le digo, sí, mami, van a ganar plata con eso. Entonces yo le dije, entonces yo le voy a decir toda la verdad.
De cómo sobrevivieron esos primeros días en Lima, vendiendo sandía, piña, anticuchos, una historia que por ser común no deja de ser heroica. Cuando conversé con Vilma, le pregunté si se fue contenta al canal. Me dijo que sí. La maquillaron, le pusieron un micrófono y la sentaron en el escenario junto a su hija. Sí, desde el momento que mi hija comenzó a ir al programa, yo estaba destrozado.
Este es Leóncio Sayas, el padre de Rutalía. También acompañó a su hija esa tarde, pero sin el entusiasmo de su esposa. Yo dije a ella también, no vayas. Dije, no vayas. Mi esposa me dijo que tú, que cualquier cosa no quieres apoyar. De repente yo decía, si lo privo de eso, de repente le voy a truncar en su camino. Ya bueno, pues dije, está bien. En el set del programa, su ansiedad no pasó desapercibida. El tercer invitado de Ruta Lee a esa tarde de la grabación era un joven llamado Brian.
Era casi un niño, ¿no? Era un chiquillo muy joven, un mototaxista. El típico chico de barrio que se recursea, que sobrevive, que tienes una moradita, que se va a jolgar el fin de semana, o sea... Lo presentaron como el novio. Vivía en la misma zona de Huachipa, no tan lejos de la familia de Rutalía. Un chico serio, de pocas palabras, pero pintón. Se le notaba algo incómodo.
Era un muchacho callado y no te miraba a la cara, medio hablaba agachado. No sé por qué, disculpenme joven, yo le odiaba a ese chico. Esta es la primera vez que escuchamos a Brian en el programa. Muchas gracias por haber aceptado venir y acompañar a Ruth Talía en este desafío que ella ha decidido tomar. ¿Cómo estás tú? Veo que tu pierna derecha se mueve incesantemente, ajena a tu voluntad. ¿Nervioso? Sí, preocupado. Se me ha sacado la vuelta, ¿no? Eso es todo lo que te preocupa.
Quizás esta expresión peruana no se entienda, me ha sacado la vuelta. Lo que está diciendo Brian es que le preocupa enterarse de que Rutalia le haya sido infiel. Lo demás no importa, ¿no? Bueno, relájense. Recién estamos comenzando. No se olviden que esto es un juego. Vamos a tomarlo con calma.
El valor de la verdad se graba en los estudios de frecuencia latina, Canal 2, una suerte de búnker casi militar en medio de un barrio residencial limeño. Para entrar, hay que hacer una fila frente a una ventana de vidrio polarizado y presentar un documento de identidad. No importa la hora a la que vayas, temprano o tarde, casi siempre hay gente abandonada a la entrada, esperando que el guardia de seguridad les haga pasar.
van al canal para denunciar alguna injusticia o para pedir ayuda para un familiar. van a ver a sus ídolos o con sus propios sueños de fama. Rutalia era así, se había presentado un par de veces a castings de telenovelas, era una soñadora, y esto quizás tenía en común con Beto cuando él tenía su edad, y con miles de peruanos más. Algo bastante simple. Flutalía quería ser famosa.
Curiosamente cuando empezamos la grabación fue como que se encendió y sacó gracia y bromas y sí, cierto afán de protagonismo. Las primeras preguntas fueron simples, hasta chistosas. Esto es parte del plan del programa, claro. Beto le preguntó a Rutalia si alguna vez había faltado a clases sin permiso. Si siendo bonita se consigue más que siendo una buena persona. Si había pasado temporadas largas sin ducharse.
Entre risas, Rutalia iba contestando, acumulando dinero y todos a gusto. Esa tarde en la cabina de producción estaba este hombre. Yo soy Luis David Novoa Jiménez. Tengo que decir lo que hago, toda esa nota. David trabajaba en la producción de El valor de la verdad. Era el que había hecho la entrevista preliminar a Rutalia y conocía bien su historia. Había visitado en Huachipa y había pasado tiempo con su familia. Sabía mejor que ninguno lo que les esperaba a Brian y a los padres de Rutalia.
Pero como yo no tomaba directamente la decisión, yo era un obrero ahí, ¿no? Yo no presiono el gatillo directamente, ¿no? Donde entra esta gente. Eso iba a ser una sorpresa y quizás un momento incómodo y una vergüenza para ella. Le pregunté cuáles fueron sus primeras impresiones de Rutalia. mentiendo en realidad, en el fondo yo sabía que mentía, yo sabía que ocultaba cosas.
Y esos secretos, el drama de su situación, hacían que Rutalia fuera una perfecta concursante para el valor de la verdad. El día de la grabación, David se encargó de que estos secretos salieran al aire, talles pesados, hasta incómodos. Cuando te ves al espejo, ¿qué ves? ¿Ves una chinita? ¿Ves una cholita? ¿Ves una mestiza? Bueno, me veo un poco oscurita, ¿no? ¿Te gustaría ser blanca?
Beto le preguntó sobre la relación con Brian y Rutalia pareció poco interesada en los sentimientos de su novio. Se burlaba de él y el público se reía. ¿Te parece, Brian, un chico guapo? No suena muy convincente eso. ¿Es Brian un chico inteligente? That's right now. Con la pregunta 12, Rutalia reveló que solo estaba con él hasta que apareciera alguien mejor. A Brian se le veía pálido. Aquí David Novoa. Brian, ¿estás enamorado de Talía?
Sí. ¿Se te nota? ¿Cómo te sientes con esta respuesta tan dura? No sé qué decirme. No sé qué decirme. Evidentemente te ha dolido la respuesta, ¿no? Talía, esa fue una respuesta cruel. No es que le quiera hacer sentir mal, tampoco quiero excusarme, pero creo que... Pero había más. Rutalia reveló que se avergonzaba de los modales de su familia, que en tres ocasiones había tomado la pastilla del día siguiente, que a veces tenía fantasías sexuales con mujeres.
Con la pregunta 17, Ruth Talía reconoció que realmente no trabajaba en un call center, como creían sus padres. La verdad era que bailaba en un nightclub. Retírate o sigue adelante. No quiero escuchar más. ¿No quieres escuchar más? No. Pero Rutalia decidió seguir, pues con la pregunta 18 tenían la oportunidad de ganar 15 mil soles, alrededor de 5 mil dólares. Pregunta 18. ¿Has aceptado dinero a cambio de tener...
Este silencio largo, lleno de tensión, es una de las innovaciones de la versión peruana del valor de la verdad. Dos veces, solo dos veces. Y de ahí no ha vuelto a pasar ni volver a pasar. Creo que fue por... Beto le preguntó a Ruta Lía si quería retirarse o seguir en busca de los 50 mil. Rutalia pensó un rato y antes de responder se dirigió a sus padres.
Me arrepiento bastante. Mi papá, mi mamá y mis hermanos son lo más lindo que tengo en la vida. Los amo con todo mi corazón. Brian, discúlpame, perdóname por haberte hecho pasar por esto. Y después de este breve discurso, Rutalia se retiró. Se retira. Se retira. Pero antes de terminar este programa, yo quiero irme a casa con la certeza de que la verdad siempre es luminosa. La verdad nunca hace daño, aunque voy a hablar.
Entonces con una cólera salí afuera. A mi hija le pregunté, hija, ¿qué te pasó? Como siempre ella coqueta, sonrienta, siempre andaba. Olvídate. Son cosas que... Le he dicho, pero mami, tú sabes en tu conciencia, si una mamita me da un beso, me da palmitas en mi cara, me voy a la universidad. Esa noche Vilma no volvió a hablar del tema con Rutalía, pero al día siguiente le preguntó. Hija, ¿qué pasó? Le digo, ¿por qué lo has hecho esto? No, mami, ¿por qué? Ahí se ganaban platitas.
Y ya pues, y la gente que va a decir, nuestras familias a nivel nacional habrán visto, ya que me importa, me resbala. El programa salió al aire el sábado 7 de julio del 2012 y fue un éxito arrollador. quedó de primero en los ratings, por encima de una leyenda de la televisión peruana, Gisela Valcárcel. Esa noche, en Frecuencia Latina, el equipo de producción celebró. Eso es lo que interesa ahí, el rating. Pero para Rutalia era solo el comienzo. Una pausa y volvemos.
Estamos de vuelta en Radio Ambulante, los dejo con la historia. Esa semana, Ruth Alías salió en la prensa, fotografiada con un gerente del Canal 2, entre ambos sosteniendo uno de esos cheques gigantes. Los dos sonreían. 15 mil soles, poco más de 5 mil dólares.
Salió en varios programas y decía sentirse liberada después de haber salido en el concurso. Le pedía mil disculpas a Brian por el mal momento que pasó y reveló que ya no eran novios, que habían terminado. Aquí está con Beto en su programa de la mañana, Abre los Ojos. Todos se han preguntado qué pasó con Brian. Bueno, la verdad que ni nos hablamos, creo, porque cuando le llamo no me contesta.
Se le nota débil, cansada. Unos días después dio una entrevista a otro programa del Canal 2 y ahí se refirió una vez más a su exnovio y a su familia, pero con otro tono. yo también estoy pasando mal y él debería entenderlo no tengo solo yo la culpa a él también la tiene y lo sabe muy bien pero prefiero dejarlo ahí nada más no quiero tener más problemas con él ni con Y es que para este momento los problemas ya comenzaban. Acá en el barrio que vivimos es un infierno de chismes.
Lo que Rutalia le había dicho a su madre, de que todo le resbalaba, no era tan cierto. Andaba mal. Sentía que sus vecinos hablaban mal de ella, que no la veían igual que antes. Esta es Eva, la hermana de Rutalia. A diferencia de sus padres, Eva sí sabía algunos de los secretos que se revelaron esa noche en El Valor de la Verdad.
Por ejemplo, que trabajaba en un nightclub. Eva entonces era la que trataba de tranquilizarlos a todos. O sea, en mi caso yo le hablaba tranquila, ya pasó y todo lo demás. Pero sí, estaba deprimida de qué he hecho o qué he dicho. Ahora papá y mamá están en la hoja de la tormenta, como le dicen. Un día Rutalia le confesó a su mamá que había pensado en suicidarse.
Y me dijo, mami, ayer yo quise matarme. Así me dijo, no sé qué he hecho. Entonces de ahí ya constante le cuidaba porque tal vez se va a matar, tal vez se va a matar. Si Rutalia tenía sus dudas de haber participado en el programa, no era la única. Brian estaba igual. En el barrio lo maltrataban, cachudo, huevón. La gente lo reconocía y se burlaba de él. También dio varias entrevistas en esos días, siempre parco, monosilábico, tratando de explicarse a su manera.
Ha pasado con mi familia, con mis amigos. Todo lo que me ha hecho, me ha enterado. ¿Cómo puedo estar? Si usted siendo varón, ¿cómo estaría? Sí, yo me imagino y trato de ponerme en tu lugar, pero dicen que cuando uno quiere a veces perdona, ¿no? Sí, pero también depende, depende de qué te haya hecho. Las cosas que me hablo ese día...
Praticamente se puede perdonar. Según Brian, él había sido víctima de una emboscada. Reveló que cuando grabaron el programa, él y Rutalia se habían puesto de acuerdo para fingir que eran novios, pero que la verdad era que habían terminado varios meses antes. Nunca supo a lo que se metía y por hacerle este favor a su exnovia, Rutalia le había prometido plata y no había cumplido.
Pero había más. Brian acusó al Canal 2 de ser cómplices en este montaje, algo que la gerencia del canal y Beto mismo negaron, pero la historia ya estaba en todos los periódicos y noticieros. La figura de Beto, siempre controversial, también tiene algo que ver aquí. A lo largo de una carrera llena de éxitos y escándalos, es justo decir que Beto ha acumulado tantos enemigos como admiradores.
Y esos enemigos hicieron fiesta con el escandaloso programa El Valor de la Verdad, criticándolo como el peor ejemplo de la llamada telebasura. Y sin embargo, el valor de la verdad seguía número uno en el rating. Y con todos sus problemas rutalía, la joven protagonista del primer programa se había acercado a su sueño. Era casi, casi famoso.
Mientras tanto, en Huachipa, los problemas entre Brian y Rutalia empeoraban. Un día, alguien entró a la casa de Rutalia y se llevó una laptop. El sospechoso del robo era Brian, pero no se pudo comprobar nada. Los Ayas Sánchez se sentían asediados por el ex novio de Rutilía. Aquí Eva. Después del programa empezó a pedir dinero.
Como que 500, después fue subiendo a 1.000, después a 2.000. Una tarde, Eva se encontró con Brian en la puerta de la casa. Estaba borracho. Y me dice, ¿sabes qué, Eva? Tu hermana me ha dicho que me va a dar 2.000, pero hasta ahorita no me da. Y yo dijo, ¿sabes qué? Estás mareado. ¿Te parece si hablamos mañana y yo te voy a dar el dinero? Según Eva, Brian le gritó, la venganza es dulce.
La noche del 11 de septiembre del 2012, ocho semanas después de que el valor de la verdad hubiera salido al aire, Leóncio y Wilma se acostaron viendo un partido de fútbol. Cuando Leóncio se despertó al día siguiente, Lograron comunicarse con un amigo de su hija, que había estado con ella la noche anterior. Le había visto a la salida de la universidad. Les contó que mientras estaban juntos, Rutalia había recibido una llamada de Brian. Entonces Brian debe saber.
Entonces de ese momento a las nueve, sabíamos que Brian sabía algo de Thalía. Vilma se fue de frente a la casa de Brian, ya bastante angustiada. Llorando, gritando, toda la calle seguro los vecinos me han visto. Estaba arrodillado como a un dios. Brian, entrégame a Thalía. Tú lo tienes, papá, le dije. Y el chico, ¿no? Así votaba. Yo no sé nada de tu hija. Hace tiempo yo no me comunico. Y se volteó, se metió a su cuarto. En el Perú,
Si no tienes dinero ni nombre, si vienes de un lugar como Huachipa y te pasa algo terrible, no tienes muchas opciones. ¿Qué puedes hacer? Probablemente harías lo que hizo Leoncio, el padre de Rutalia, el 12 de septiembre del 2012. Pones tu denuncia en la policía sin mucha esperanza. ¿Por qué? Acá en la ciudad la única manera es mediante de los medios, sino otra cosa. ¿A dónde puedes ir? ¿Qué puedes hacer para buscar a tu familia? No puedes hacer nada.
En los estudios de Frecuencia Latina, Leóncio logró conversar con una productora de Abre los Ojos. Dijo, mañana en la mañana vas a venir para que salgas tú mismo en el aire en Abre los Ojos. Ya en eso te vamos a ayudar, no te preocupes, me dijo. Y así quedaron. De allí Leoncio se fue a otro canal donde no lo atendieron y finalmente a una emisora de radio. Se pasó todo el día buscando a alguien que divulgara la noticia y cuando llegó a su casa, encontró a su esposa en muy mal estado.
Hizo lo que pudo para calmarla y le contó que al día siguiente estarían en Abre los Ojos para denunciar la desaparición de Rutalia. Lanzaron teorías de dónde podría estar su hija. Lo han tenido. Lo han emborrachado. Seguro por eso le van a soltar. Prácticamente esa noche no hemos dormido. A las cinco de la mañana se levantaron y se alistaron para salir. En esa sonó el teléfono. Era la productora de Abre los Ojos.
No se va a poder hoy día, mañana o pasado mañana, pero de todas maneras te vamos a llamar, me dijo. Cuando conversé con Beto, le pregunté si se acordaba cuándo se enteró de la noticia de que Rutalía había desaparecido. Sí, sí, claro que me acuerdo. ¿Cómo fue? Bueno, la noticia había aparecido a unos diarios y a nosotros nos llamaron a decirnos eso. A ver, lo que está diciendo Beto es que no se enteró el día que Leóncio fue al canal.
Tampoco se enteró el día siguiente, cuando supuestamente Leoncio y Vilma iban a aparecer en Abre los Ojos. No, se enteró después, cuando la noticia ya se había difundido en otros medios. Bueno, y más allá de este detalle, de cuándo se enteraron, tampoco es que lo hayan tomado muy en serio cuando se enteraron.
lo supieron. ¿Por qué? Según Beto, porque no era la primera vez que Rutalia y Brian les causaban problemas. Nosotros estábamos un poco... acostumbrados a que nos llamaran a decir, pasó esto, le robó, le ha quitado plata, le ha quitado unas fotos, no sé qué, entonces este... Que nos dijeran, oye, ¿no ha llegado a su casa? Era como... Ya no llega a su casa. O sea, no organizamos una cruz a nivel nacional ni nada por el estilo.
Para el tercer día, Frecuencia Latina no había vuelto a llamar a Leoncio y a Vilma. Sin atención mediática, la policía no investigaba. Los padres de Ruta Lía salían todas las mañanas a recorrer la ciudad en busca de ayuda. A Canal 7, a Canal Correa, en Canal 7. El señor El Watchman era medio frío. Me respondió, señora, ¿qué quieres?
Y aquí hay un detalle importante. Esos primeros días, Leoncio y Vilma se presentaron en los canales de televisión sin mencionar el valor de la verdad, sin mencionar a Beto Ortiz. En Frecuencia Latina sí, claro, pero en los otros canales la historia que contaban era simple. Somos padres preocupados, gente humilde. Nuestra hija no ha llegado a casa. Una historia, dichose de paso, que se escucha diariamente en las puertas de todos los canales de televisión del Perú.
Pero el tercer día, en la puerta del Canal 9, Vilma soltó este detalle clave. El detalle quería que su hija volviera a ser portada de periódico en todo el país. Era chica de valor de la verdad, le dijo. A él recién se puso Saltón, el camarógrafo Saltón. ¿Qué? Chica de valor de la verdad, señora.
Esa misma noche, el 14 de septiembre del 2012, tres días después de la desaparición de Ruta Lía, la primera nota sobre el caso salió en ATV, el Canal 9. Vilma la vio mientras estaba en la sede principal de la policía, en el centro de Lima. Yo estaba sentada en la televisión, caso de yo, tal, ya sale, Diosito lindo, ahí está, ya salió, seguro ahora a mi hija voy a encontrar con ese pensamiento yo, ¿no?
Pero no la presentaron como la chica del valor de la verdad, sino como... La prostituta del valor de la verdad, la mujer o la chica que se prostituía. Te mato en el alma. Pero por lo menos la noticia estaba suelta. Ahora sí. Una pausa y volvemos. Estamos de vuelta aquí el resto del episodio. Y el principal sospechoso de Vilma y de Leoncio, de la policía y de los medios, por supuesto, era Brian. El mismo que la acompañó en el programa y fue humillado públicamente.
El padre de Ruth sospecha de su expareja y vive una verdadera pesadilla preocupado por... De aquí en adelante la historia cambia. Ya no estamos hablando solamente de la desaparición de una joven en un barrio lejano de la gran ciudad. No. se convierte en la historia de una familia atrapada dentro de una tormenta mediática. Todos querían la noticia, todos querían la exclusiva, y los canales se peleaban por tener acceso a la familia de Rutalia, la chica del valor de la verdad.
Si no llega el caso al medio de comunicación, más a la televisión, las autoridades nunca hacen caso. Nunca. Soy Maribel Toledo Campo, soy periodista desde hace... 15 años ejerció el periodismo de televisión. En esa época, Maribel trabajaba en el Canal 9, conduciendo un noticiero llamado Día D.
Su canal, como todos los medios del Perú, estaba detrás de la historia de Rutalia y en especial detrás de su familia. Y lo que dice es cierto. Cuando el caso se hizo mediático, ahí sí la policía comenzó a reaccionar. Y su canal se hizo cargo de los Zayas Santos. Es una costumbre que se tiene acá, en el periodismo peruano, que no está bien me parece, pero... Por tener exclusivas, los reporteros, los canales, los productores agarran a la gente y la casi secuestran, no sé, pues tres días.
Y al sexto día ya a TVA todos los días ya venía allá. Incluso ya dormía en la calle. Ya no nos dejaba allá. Leóncio y Vilma iban de puerta en puerta pidiendo ayuda. Iban muchas veces en un transporte del mismo canal, al Ministerio de la Mujer, a la Policía Central, a los hospitales, a la morgue. Para una familia con pocos recursos económicos, tanto ir y venir hubiese sido imposible sin el apoyo de un canal de televisión.
En realidad en este medio de comunicación juega un papel muy importante, ¿verdad? Muy importante cuando realmente toman así a serio, muy importante. Entonces nosotros ya, ¿qué nos quedaba? No teníamos quien, ni familia, nada, nada. Confiar en ellos, ¿no? Mientras tanto, Leóncio no comía. Vilma no podía dormir. Recibían todo tipo de llamadas, intentos de extorsión, pistas falsas. Vivían este infierno siempre vigilados por los medios.
Un día Leoncio, que quería ir solo a una cita con la policía, le tocó escaparse de su propia casa, pues los productores de ATV querían acompañarlo a todas partes. Otro día, estábamos acá con la familia y todo, y un mototaxista llega. El mototaxista le dijo que su hija estaba en un hotel, secuestrada, pero que solo lo llevaría si le daba algo de plata. Negociaron y quedaron en 2.000 soles, pero cuando llegaron no era Rutalia, sino otra jovencita, parecida, que se había escapado de su casa.
Anda regresa a tu casa. Así le dije. Entonces la chica empezó a llorar. No me dijo nada. Empezó a llorar. Dijo gracias Señor. Me dijo. Era un día. Desesperantes, no sé. Parece que estaría ahí flotando en el aire. Si no... No podía, pues si estaría vivo o muerto, si estaría despierto o soñando o flotando, no sé. Ya el día de hoy se cumple una semana en que esta joven de 19 años está desaparecida y no se sabe absolutamente nada de su paradero.
La policía y los medios ya sabían que Brian había sido el último en llamarla la noche que desapareció, pero él alegaba que no llegó a verla. Sin embargo, había otros detalles comprometedores, o por lo menos sospechosos. Días después de que Rutalia desapareciera, Brian había vendido su mototaxi y se había mudado del cuarto que alquilaba.
Y los investigadores habían encontrado a un testigo, un menor de edad del barrio cuyo testimonio sería clave. Dijo que la noche que Rutalia desapareció la había visto con Brian. Es más, según este testigo, Brian le había pagado 50 soles para que le avisara cuando viera a Rutalia bajarse del bus. Dijo que vio a Brian y a otro hombre meterla a fuerza a su mototaxi. En público y a la policía, Brian seguía negando todo, pero ya nadie le creía.
Y así fue, hasta la tarde del 22 de septiembre, 10 días después de la desaparición de Ruta Lía, cuando Leóncio recibió una llamada de la gente del Canal 9. Han encontrado un cadáver, me dice. El cadáver era de una mujer joven. La habían encontrado en un terreno a las afueras de Lima que le pertenecía a un tío de Brian.
Todo quedaba lejos, en una zona de cerros secos, arenosos, amarillentos, pura piedra y polvo. El cuerpo estaba enterrado en un pozo, cubierto por rocas y cemento. Se suponía que era rutalía, ahora sí, pero alguien tenía que reconocer al cadáver. John Tzu fue. Y ahí se encontró con toda la prensa de Lima. El rumor ya había corrido por toda la ciudad. Lo estaban esperando.
Toda la gente que estaba ahí quería ver novedad, algo así. La prensa se desesperaba, la radio se desesperaba. Yo me desesperaba. Ah, cómo era la desesperación. Yo por encontrar a mi hija de la prensa me imagino que hizo rating. No toda la prensa se fue tras el cuerpo. Esta es Maribel Toledo. Yo estoy en mi casa, en realidad, y me llama mi productor y me dice, han encontrado rutalía. Me afirma, han encontrado rutalía.
Me dice, anda abuela a la casa de la familia. Recuerdo vagamente que era como tierra, digamos, como un terral, la calle, me parece que no era asfaltada, y estaba la mamá. con los vecinos con unos carteles y unas velas pidiendo brutalía. Era una escena sombría, inquietante. A diferencia de lo que vivía Leoncio en Huachipa, Maribel y su camarógrafo eran los únicos periodistas presentes. Maribel se acercó a Vilma. Creo que le doy el pésame y le pregunto asumiendo que su hija ya estaba muerta.
Y me doy cuenta que ella no sabe. No solo no me entiende, sino no sabe. Porque su respuesta es, sigue, sigue, aparecer y no sé qué. Entonces me doy cuenta, ok, este señor está en otra. Estas son las situaciones incómodas a las que te enfrentas si trabajas como periodista en la televisión peruana. Te encuentras de repente con una madre que no sabe o que en su dolor no entiende que su hija desaparecida ya no está desaparecida. Está muerta.
Y yo le dije a la señora, lo único que me atreví a decirle cara a cara fue, señora, han encontrado a una chica. Vilma subió a su cuarto y se encerró. Poco después se confirmó lo que los productores del Canal 9 y los periodistas de Lima ya sabían. Brian había confesado. El cadáver era de rutalía. Entonces, ese es el instante en el que yo decido, digamos, hacer creo lo más incómodo y quizás lo más morboso de ese momento y de esa situación, que es subir a ver a la señora.
Y justo cuando subo y voy a tocar la puerta, escucho este llanto desgarrador que dice, no, no puede ser ella. El perro ladraba. El llanto de fondo de la señora. Y yo parada. con mi micro en la mano sin saber qué hacer. Esa noche, los televidentes peruanos fueron testigos del infinito dolor de una familia quebrada. Vieron al joven, asesino, confeso, Brian Romero Leiva, esposado. Escucharon los gritos de Eva y Vilma. Vieron la cara estoica de Leoncio.
La muerte de Rutalia fue la primicia de todos los canales, menos de frecuencia latina. Era sábado y siguieron con la programación normal, el valor de la verdad. Me llamo Brian Romero Leida, mi edad es de 20 años. Vivo en el Calle 8, Niebría, en Machipa. el día 11 a la Este es el audio del testimonio de Brian a la policía. Y a partir de este momento, la corte ha declarado que casi todo lo que confiesa es falso. y le esperé un puente y llegó a la moto
Y yo le dije, vamos a tomar un vino. Y él me dijo, ya. No hay mención de ningún cómplice, ni del forcejeo para meter a Rutalia al mototaxi. Su versión del homicidio es banal. Ella lo acompaña, sin dudarlo. Compran un vino barato y van hacia la casa de Brian. Ahí tienen relaciones sexuales y luego discuten. Rutalia lo insulta.
Me cambié, se cambió, seguimos tomando. Ahí fue que ella me comienza a insultar, me dice, por un motocicista, me meto una cachetada. Y después me dice, en ese momento que me meto la cachetada, me dice, no sé qué hablando con un motocicista, un motocicista, un motocicista. Y fue que yo le agarro el cuello, el cuello le agarro. Y la ahorca. Sí, yo pensé que tal vez mañana agarré ese corazón, no había ningún latido. Ahora ese corazón le chanqué con un fuerte y se reacciona.
Se asustó, dice Brian. No sabía qué pensar. Pelearon y la mató. No lo planificó. Simplemente así salieron las cosas. De su confesión, lo único que la corte sí aceptó como verdadero era lo siguiente. Después de matar a Rutalia, Brian dejó el cuerpo de su exnovia en el piso del baño, cerró la puerta de su cuarto alquilado y se fue a seguir tomando en el cumpleaños de su mamá.
La diferencia entre un crimen de pasión y un homicidio planeado es la diferencia entre pasar una década en la cárcel o toda una vida. El juez, en el caso de la muerte de Ruta Lía, Después desmintiría casi todo el testimonio de Brian. Concluiría que el homicidio no fue casual, que sí fue planeado. y que el motivo fue robo. Que Brian y su cómplice, su tío Reddy, intentaron sacarle a Rutalia la clave de su cuenta bancaria. Querían quitarle el dinero que se había ganado en el valor de la verdad.
Los medios limeños cubrieron la muerte de Rutalia con su habitual delicadeza, metiéndose en todos los rincones de las vidas de la víctima y su asesino. Los enemigos de Beto hicieron gala de esta oportunidad. Los peruanos van a reconocer esta voz. Es Magali Medina, famosísima periodista de farándula, una mujer controvertida por sus reportajes a veces sórdidos. Y hasta ella se atreve a criticar a Beto.
ya llegan a un punto de sacar miserias que realmente se le pone a uno la piel de gallina. Porque un día que venga una mujer a decirte es prostituta, o sea, ¡guau! ¿Ya qué estamos haciendo de la televisión? Cualquiera que haya visto alguna vez al programa de Magali entiende lo cínico e hipócrita que es este comentario. Beto se defendió con todo. Declaró una cruzada contra la violencia hacia la mujer, utilizando su noticiero para descartar cualquier responsabilidad por el asesinato de Ruta Lía.
En los últimos días hemos visto cómo se ha intentado quitarle la culpa al asesino y endilgársela a un programa de televisión. Esto por supuesto no resiste el menor análisis. El asesino de Ruta Lía Sayas Sánchez se llama Brian Romero Leiva. Y en términos legales, por supuesto, tienes razón. Pero quizás no es tan simple. Quizás la pregunta es esta, la que le hice a David Novoa, el que fue parte del equipo de producción del valor de la verdad.
Una última pregunta. ¿Tú crees que Ruth talía estaría viva si no fuera por el programa? Por supuesto, ¿no? O sea, no sé si estuviera viva. De repente hubiera muerto por otra cosa. Determinación judicial de la pena. Habiéndose determinada culpabilidad de Brian Barón y Romero Leiva, Y Rey Leiva Cerrón, como autores de los delitos de patrimonio robo agravado con subsecuente muerto en agravio de Rutalía Zahia Sánchez y contra Brian Romero.
El 27 de febrero de 2014, la Corte declaró a Brian Romero Leiva culpable por el asesinato de Ruta Lea. Dictaminó que su cómplice en este crimen fue Redi Leiva, su tío. Ambos fueron sentenciados a cadena perpetua. Vilma, Leoncio y Eva estuvieron en la lectura de la sentencia, claro. Después, en medio del alboroto, los tres dieron declaraciones a la prensa y dijeron que se había hecho justicia, pero para Vilma…
El dolor nadie me entiende. El dolor era inmenso y es inmenso. Cuando yo me muera en la tumba, dejaré de llorar, dejaré de sufrir. Y es que no hay sentencia que cierres herida. No han sido años fáciles para la familia, en particular para Vilma. Después de la muerte, Rutalia dejó de cantar por mucho tiempo, hasta que su hija, Eva, le animó. estará llorando en el cielo mi mamá por mi culpa ha dejado diciendo mejor vuelve al escenario y entonces
Y tenía mucho miedo de hacerlo, pensaba en qué iba a decir la gente, pero al final Vilma no canta para ella misma. Es una terapia, más que nada. Para mí ha sido una terapia salir con mis muchachos. Y por supuesto, nunca se olvida de su hija. Y allá en Olivos tengo, en mi frente de mi dormitorio. Estoy durmiendo, mirando. Me levanto, buenos días, mamá. Para salir, mamá, cuida a tus hermanos. Mamá, estoy mal, curame.
Mamá, dice, tu abuelita está mal. O sea, todo, todo, todo le estoy avisando. Por eso me siento bien. Por eso yo misma me doy cuenta que no estoy aceptando eso. Para mí está viva a mi lado, sino que, ¿por qué no hablas? A veces digo, ¿por qué no hablas? Tienes que hablar, así le digo, ¿no? Pero yo hago una foto esta, pues, ahí no me... Ya, pero así ronco nomás lo haré porque en el escenario la voz es otra. Esta noche quiero bailar, quiero bailar contigo. Esta noche quiero bailar.
Quiero bailar contigo, quiero que me digas todo lo que sientes siempre. Esta historia fue producida por mí y editada por Camila Segura con el apoyo de Silvia Viñas y Luis Trelles. El diseño sonido es de Andrés Aspiri con música de Remy Lozano, Ana Tuirán y Andrés.
Gracias a Annie Avilés y Mónica Campbell y a Eduardo García Peña en Lima. Agradecemos también el apoyo del programa de periodismo investigativo de la Universidad de California, Berkeley. La canción de fondo es de Vilma Sánchez, la mamá de Rutalia. Se llama Basta Carajo.
El resto del equipo de Rambulante incluye a Paola Leán, Adriana Bernal, Aneris Casasuz, Diego Corzo, Emilia Arbeta, Camilo Jiménez Santofimio, Melissa Rabanales, Natalia Ramírez, Bruno Selsa, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa, Luis Fernando Vargas y Desiree Yepes. Carolina Guerrero es la CEO. Rambulante es un podcast de Rambulante Studios. Se produce y se mezcla en el programa Hindenburg Pro.
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