E216 La adicción a la comida ultraprocesada - Intermediate Spanish Podcast - podcast episode cover

E216 La adicción a la comida ultraprocesada - Intermediate Spanish Podcast

May 29, 202518 minSeason 1Ep. 216
--:--
--:--
Listen in podcast apps:
Metacast
Spotify
Youtube
RSS

Summary

El presentador comparte su lucha personal con la comida ultraprocesada y cómo afecta su salud, incluyendo una condición de hígado graso. Explica la base biológica de por qué estos alimentos son adictivos, comparando nuestro cerebro ancestral con el entorno moderno. También discute las razones económicas detrás de su omnipresencia y ofrece estrategias prácticas para mejorar la relación con la comida, destacando la importancia de la autocompasión y la educación.

Episode description

¿Por qué a veces comemos sin tener hambre? 🍟🍔🍕

¿Te ha pasado que abres una bolsa de patatas con la intención de comer solo unas pocas… y de repente ya no queda ninguna? 

En este episodio hablamos de por qué nos ocurre esto, qué papel juegan nuestras emociones y nuestro entorno, y cómo podemos empezar a mejorar nuestra relación con la comida.

También comparto mi experiencia personal con los atracones y cómo estoy intentando cambiar mis hábitos.

¿Tú también sientes que a veces la comida manda más que tú?

Free eBooks: Habla español con AI & La guía del estudiante de español

Mis cursos online:

Nuevo: Español Camaleón - A REALISTIC pronunciation course

Español Ágil - Intermediate Spanish

Español PRO - Advanced Spanish

Español Claro - Upper-beginner Spanish

Si no sabes cuál es mejor para ti, haz el TEST.


Intermediate Spanish Podcast with Free Transcript & Vocabulary Flashcards www.spanishlanguagecoach.com - Aprende español escuchando contenido natural adaptado para estudiantes de español de nivel intermedio.

Si es la primera vez que escuchas este podcast, puedes usarlo como un podcast diario para aprender español - Learn Spanish Daily Podcast with Spanish Language Coach

Social media:
YouTube
Instagram
...

Transcript

¿Alguna vez has sentido que no puedes dejar de comer cierto tipo de comida, incluso cuando sabes que no te hace bien? ¿Has abierto una bolsa de patatas con la idea de comer solo unas pocas y de repente ya no queda ninguna? O has sentido culpa después de darte un atracón de comida frente a la tele. Un atracón es comer compulsivamente algo. Hoy vamos a hablar de todo eso, de por qué nos pasa, de qué papel juega nuestro cerebro y nuestras emociones y sobre todo de qué podemos hacer para mejorar

nuestra relación con la comida. Hola estudiante antes de empezar te recuerdo que puedes usar la transcripción gratuita la traducción al inglés y las tarjetas de vocabulario que tienes disponibles en la web SpanishLanguageCoach.com y también puedes dejar tu email en la lista de espera del curso español Camaleón, un curso de pronunciación realista.

pensado especialmente para ti si quieres sonar más natural al hablar español, si quieres mejorar tu pronunciación. Las inscripciones para este curso abren el 9 de junio. Y ahora sí, vamos con el tema de hoy. Ya he hablado varias veces en el podcast de esto y este tema me toca muy de cerca. Cuando era adolescente tenía problemas con mi cuerpo y mi relación con la comida. Era un niño gordito y eso marcó mucho mi adolescencia.

En esa etapa empecé a tener atracones de comida, momentos en los que comía compulsivamente sin poder parar y a veces pues ni siquiera tenía hambre. Simplemente comía por ansiedad, por tristeza, por aburrimiento y luego todo lo contrario, dejé de comer. Estaba obsesionado con mi físico y perdí demasiado peso. esa relación complicada con la comida combinando restricción y exceso de comida me acompañó durante muchos años

Y hoy en día mi relación con mi cuerpo es mucho mejor, mi peso es normal y hago ejercicio físico unas cuatro veces a la semana. Me considero una persona deportista. Pero tengo un pequeño problema de salud. Hígado graso no alcohólico. Esta es una condición que en muchos casos se puede revertir, se puede curar. ¿Y cómo se cura? Pues en mi caso, y no estoy dando consejo médico, es mi caso personal con mis pruebas médicas y mi cuerpo.

Mi médica me dijo que necesito adelgazar un poco, necesito perder peso a pesar de no tener sobrepeso. Y según me explicó, para reducir la grasa acumulada en el hígado y evitar complicaciones más graves en el futuro como inflamación hepática o incluso cirrosis, necesito perder unos kilos. Pero me está costando mucho, muchísimo.

Pierdo algo de peso, pero me cuesta mucho más que cuando era más joven además tengo la presión añadida de que tengo que hacerlo por una razón de salud así que cuando me subo a la báscula y veo que he perdido poco peso o que incluso he ganado peso Me frustro bastante. Y esta combinación de factores han hecho que siga comiendo de forma compulsiva en ocasiones, especialmente con determinado tipo de alimentos como para consolarme.

especialmente alimentos dulces y ultraprocesados, claro. Incluso me he planteado usar Ozempic, un medicamento que está muy de moda ahora para perder peso y me lo he planteado porque hace unas semanas salió la noticia de que se iba a empezar a recetar este fármaco también a personas con hígado graso no alcohólico lo cual me llamó mucho la atención aún así no lo he hecho aún pero confieso que la tentación está ahí

Pero también tengo claro que prefiero intentar perder peso de forma natural, sin fármacos, al menos como primer paso. Me preocupa un poco el posible impacto de los efectos secundarios y quiero ver hasta dónde puedo llegar haciendo cambios reales.

en mis hábitos y para empezar lo que estoy haciendo es ser consciente de en qué momentos del día digo necesito un trozo de tarta de chocolate gigante o necesito hacerme unas palomitas y estoy seguro de que no soy el único Mucha gente está luchando en silencio con esta contradicción de querer cuidarse pero sentirse atrapado por hábitos difíciles de romper y de hecho según algunos estudios recientes alrededor del 14% de los adultos

Y el 12% de los niños sufren adicción a la comida en Estados Unidos. Y antes de seguir hablando de esto, quiero que viajemos juntos al pasado, a la prehistoria. Imagínate a un humano prehistórico en una cueva sin supermercados y sin neveras. Comer era una cuestión de supervivencia. No sabías cuando ibas a volver a encontrar comida, así que cuando tenías acceso a algo comestible, lo comías todo.

nuestro cuerpo está programado para eso para buscar calorías especialmente de grasas y azúcares porque son las que más energía nos dan Y el problema es que ese cuerpo prehistórico es el mismo que tenemos hoy, pero vivimos en un mundo donde la comida está en todas partes, disponible las 24 horas del día. Y aquí tenemos que hablar de un determinado tipo de comida.

porque normalmente no nos pegamos a tracones de comida con brócoli ¿verdad? normalmente lo hacemos con alimentos procesados cuando hablamos de alimentos procesados nos referimos a alimentos que han sido modificados industrialmente puede ser algo tan simple como congelar verduras o cortar una fruta pero hay un tipo más extremo la comida ultra procesada. Este incluye productos que ya no se parecen a los alimentos originales porque llevan muchos ingredientes artificiales.

Saborizantes, colorantes, emulsionantes, cosas... que nunca usarías en tu cocina ejemplos son las galletas industriales los cereales azucarados las salchichas o las pizzas congeladas. Este tipo de comida no sólo es menos nutritiva sino que también está diseñada para ser muy atractiva y por eso puede generar Adicción. La adicción a la comida, especialmente a la procesada, no es simplemente tener mucha hambre o ser goloso. Una persona a la que le guste mucho el dulce.

es algo más complejo como explican varias personas expertas los alimentos ultraprocesados están diseñados para ser irresistibles contienen combinaciones específicas de grasas, azúcares y aditivos que hacen que nuestro cerebro libere dopamina, una sustancia que nos motiva a repetir ese comportamiento. Es decir, Este tipo de comida actúa directamente sobre nuestro sistema de recompensa. creando una especie de círculo vicioso del que es muy difícil salir cuando comemos algo muy graso o muy dulce

se libera dopamina en una parte del cerebro llamada cuerpo estriado. Y esa dopamina no nos da placer directamente, pero nos dice, ¡eh! Esto está bien. Repite, repite. Y eso es justo lo que hace una droga. Por eso hay expertos que consideran que los alimentos ultraprocesados pueden ser tan adictivos como el tabaco o el alcohol. Algunas personas incluso sienten una necesidad urgente de consumir estos alimentos y experimentan síntomas similares al síndrome de abstinencia cuando intentan evitarlos.

Y estudios recientes han mostrado que además de la dopamina también se activan los receptores opioides del cerebro cuando comemos ciertos alimentos. Estos receptores están relacionados con la sensación de placer profundo. Esto significa que cuando comemos algo que nos gusta mucho no solo estamos respondiendo a una necesidad fisiológica, la de comer, sino también a una recompensa emocional. y es un cóctel muy potente.

Y lo peor es que cada vez es más difícil encontrar alimentos que no estén manipulados para ser altamente atractivos. Una cifra que me ha llamado mucho la atención. En Estados Unidos, más del 50% de los alimentos que consumen los adultos son ultraprocesados y en España la cifra ronda el 20%, que sigue siendo muy alta. especialmente si la comparamos

con países como Francia o Portugal. En algunos países latinoamericanos estas cifras están también aumentando de forma constante y esto tiene consecuencias muy serias para la salud pública. más obesidad, más diabetes tipo 2 y más enfermedades cardiovasculares. Y aquí hay una trampa muy peligrosa, porque muchas veces pensamos, bueno, si tengo fuerza de voluntad no caeré en la tentación.

Pero estos alimentos están diseñados para vencer tu fuerza de voluntad. Están hechos para que los quieras una y otra vez, incluso cuando sabes que no te hacen bien. Y están por todas partes. En la tele, en los supermercados, en las máquinas expendedoras, en las reuniones de trabajo, en las celebraciones familiares. Nos rodean constantemente y eso hace... que resistirse sea una batalla continua.

Y eso mentalmente es bastante fatigante también, ¿no? Y yo a veces me pregunto, bueno, ¿por qué la industria alimentaria sigue produciendo tantos productos ultraprocesados si sabemos que no son buenos para la salud? ¿Será que les interesa por alguna razón? Y sí, una de las razones es económica. Estos productos son más baratos de fabricar porque utilizan ingredientes muy refinados y conservantes que duran mucho tiempo.

Además se pueden producir en grandes cantidades y tienen una vida útil muy larga. Y todo esto hace que sean muy rentables para las empresas. y si además están diseñados para que no podamos comer sólo uno sino muchos pues mejor para ellos pero claro

peor para nosotros. Y estudiante, no quiero que pienses que este episodio es para que te sientas culpable, al contrario, es para que entiendas que hay una razón biológica, social y cultural por la que muchas veces comemos sin hambre, por la que es tan difícil decir no a un donut.

o a unas patatas fritas, no es porque seamos débiles, es porque nuestro cuerpo está programado para sobrevivir y tu entorno está programado para venderte comida de este tipo. Y en esa lucha entre biología y marketing muchas veces Perdemos. sin darnos cuenta La solución no es sencilla, pero hay pequeños pasos que podemos dar. Por ejemplo, como te decía, yo estoy intentando ser consciente de cuáles son los momentos del día o las emociones que me hacen comer compulsivamente.

A veces es el aburrimiento, otras veces es la tristeza, la ansiedad, el cansancio. Si puedes identificar esos momentos puedes empezar a cambiar tu comportamiento. Quizás puedes salir a caminar o simplemente... parar unos segundos y respirar profundamente Y una herramienta muy útil es el diario de comida emocional, que no es un diario donde anotas lo que comes en gramos o calorías,

sino cómo te sientes antes, durante y después de comer. Y esto puede ayudarte a ver patrones. Por ejemplo, cada vez que me frustro con alguien o algo, termino comiendo galletas. Y una vez identificado el patrón, se puede trabajar en cambiar la respuesta. A ver, no es un proceso mágico, pero sí puede ayudar. Otra estrategia es planificar con antelación.

Si sabes, por ejemplo, que por la tarde te da mucha hambre y terminas picando cualquier cosa, comiendo un snack ultraprocesado, intenta tener preparada una merienda saludable que te guste. No se trata de prohibir de todo, sino de tomar decisiones más conscientes. Tener una estructura ayuda a reducir la ansiedad y cuando hay menos ansiedad hay menos impulso.

Y además es importante rodearse de un entorno que facilite las buenas decisiones. No tener ciertos productos en casa o al menos no a la vista puede marcar también la diferencia.

Si tienes las galletas en el fondo del armario y las zanahorias lavadas y cortadas en la nevera, será más fácil elegir bien y luego también la infancia y la educación son factores fundamentales en nuestra relación con la comida si de pequeño te decían que te tenías que acabar todo lo que había en el plato Aunque ya no tuvieras hambre, es probable que hayas aprendido a ignorar las señales naturales de saciedad.

Si te premiaban con dulces cuando te portabas bien, es probable que hayas aprendido a asociar el azúcar con el cariño o el éxito. Y eso no lo digo para culpar a nadie, nuestros padres y madres hacían lo que sabían, lo que les habían enseñado a ellos, pero entender de dónde vienen algunos de nuestros comportamientos también es clave para poder cambiarlos.

Y otro factor importante son la publicidad y las redes sociales. ¿Cuántas veces has visto un anuncio de comida rápida y has sentido un antojo inmediato? Un antojo es un deseo de algo para comer. Las marcas saben perfectamente cómo captar nuestra atención, usan colores vivos, música pegadiza, imágenes de personas felices comiendo ese producto y en las redes sociales ocurre algo parecido. influencers que muestran vídeos de recetas con comida que suena crujiente, brillante, perfecta.

Todo eso alimenta nuestro deseo incluso si no tenemos hambre. Y la cultura también juega un papel muy importante. En muchas sociedades la comida no solo alimenta, también comunica. En España por ejemplo comemos en grupo, compartimos platos, celebramos la comida. En Japón hay rituales de gratitud hacia los alimentos. En países árabes la comida tiene un valor casi sagrado y se asocia con hospitalidad.

Cada cultura tiene su forma de entender la alimentación y eso también influye en cómo nos relacionamos con la comida. Tener una relación sana con la comida significa entre otras cosas poder disfrutar sin culpa escuchar las señales de nuestro cuerpo comer cuando tenemos hambre y parar cuando estamos satisfechos

Pero esto, como tantas cosas en la vida, requiere práctica y paciencia. No se trata de encontrar la dieta perfecta, sino de entender qué necesita tu cuerpo y tu mente y actuar en consecuencia. Y otra cosa importante, no te castigues si caes. Somos humanos, todos caemos. Lo importante es entender por qué lo hacemos y buscar alternativas. La compasión hacia uno mismo. es también esencial para poder avanzar y de hecho en mi experiencia personal la falta de compasión es contraproducente

Porque si me siento mal conmigo mismo, la tendencia inconsciente es comer más comida ultraprocesada. Y bueno, algunas personas también proponen presionar para que haya más regulaciones sobre los alimentos ultraprocesados igual que se hizo con el tabaco o el alcohol No se trata de prohibir, sino de informar, de regular la publicidad, de ofrecer alternativas más saludables y accesibles, o mejor aún,

Educar desde que somos peques a mejorar la relación con la comida, a aprender de nutrición. Al final somos lo que comemos, los alimentos son nuestra gasolina. al final es una cuestión de salud pública como hemos visto estudiante espero que te haya ayudado a reflexionar sobre tu relación con la comida igual que yo estoy reflexionando sobre la mía Si te apetece puedes dejar un comentario practicando tu expresión escrita y contándome si este tema te ha tocado de alguna manera.

Me encantará leerte y además de practicar tu expresión escrita, si quieres hablar de este tema, te enseño cómo hacerlo de forma efectiva con la inteligencia artificial. en mi ebook gratuito que encontrarás en la web, spanishlanguagecoach.com. Hasta el próximo episodio. Un abrazo grande.

This transcript was generated by Metacast using AI and may contain inaccuracies. Learn more about transcripts.
For the best experience, listen in Metacast app for iOS or Android
Open in Metacast