Episodio 181. Progresar con tu español no es fácil, pero es simple, si sabes cómo. ¿Qué tal, estudiante? Hoy vamos a ahondar, vamos a profundizar en la diferencia entre estos dos
fácil y simple, o en sus antónimos: difícil y complejo. Y te voy a explicar por qué pienso que puedes mejorar tu español, progresar con tu español, de una forma simple, aunque no sea siempre fácil. Y para empezar, quiero contarte una fábula, un cuento de un libro que leí hace muy poco. Te la voy a contar de memoria. Porque no la recuerdo con todos los detalles, pero me parece un ejemplo bastante extremo de esta diferencia entre lo fácil, lo difícil y lo simple o complejo.
Nos situamos en Egipto, hace aproximadamente 2500 años. Un faraón reúne a dos de sus hijos y les dice lo siguiente: Quiero que construyáis una pirámide cada uno. El primero que lo haga, recibirá toda mi fortuna y será el nuevo faraón. Ambos están muy entusiasmados con la competición y con la posibilidad de ganarla. Vamos a llamar a uno de los hijos Paco y al otro Toni. Nombres muy españoles, lo sé.
Paco no pierde el tiempo y ese mismo día empieza a buscar grandes piedras y a crear la base de la pirámide. Sin embargo, ve que su hermano, Toni, no está construyendo nada. De hecho, lo único que ha hecho ha sido empezar a leer algunos libros. Paco se siente más motivado todavía viendo que le lleva mucha ventaja a su hermano, es decir, que va muy por delante de él. Él ya tiene la base de la pirámide y su hermano Toni no tiene absolutamente nada.
Una semana después, ambos hermanos continúan con la misma tendencia. Estudia, Paco, buscando piedras y colocándolas después en la pirámide y Toni, leyendo libros. Voy a dejar la historia ahí, estudiante. Luego, volveremos a ella y te contaré qué hacen estos dos hermanos. Pero antes te recuerdo que si lo necesitas, puedes usar la transcripción gratuita de este episodio, también las flashcards de vocabulario y todo lo tienes en la página web de forma gratuita, www. spanishlanguagecoach. com.
Y allí en la web también verás que esta semana y hasta el 28 de julio, hasta este domingo, puedes inscribirte en cualquiera de los tres cursos online que están disponibles para que puedas mejorar tu español conmigo, para que podamos aprender juntos, que si tienes dudas con algunas de las lecciones, puedas hacer tus preguntas siempre de forma estructurada, con una progresión y sobre todo, poder hacerlo a tu ritmo.
No te voy a explicar mucho más de los cursos porque tienes toda la información en la web, pero sí que me gustaría que escuchases alguno de los más de 3000 de estudiantes que ya estudian en la escuela online de Spanish Language coach. Hola, soy Darren, de Australia. Soy de Alemania. Soy Martin, de Reino Unido. Hola, me llamo Ruth y soy de Gran Bretaña. Hola, yo soy Leónidas. Me llamo Abigail y soy de Michigan. Yo completé Español Ágil y ahora estoy en medio de Español PRO.
Encontré el curso de Español Ágil de César, que me ha ayudado muchísimo. Los videos de César son cortos y claros. Siempre tenía muchas dudas sobre el uso de los verbos y especialmente del subjuntivo. Fue útil para mí revisar los pronombres directos e indirectos con los verbos reflexivos. Me di cuenta de que necesitaba un curso estructurado. César tiene una manera de explicar las cosas bastante original y nada aburrida. No tienes que memorizar reglas. Puedes hacer el curso a tu propio ritmo.
Tienes muchas oportunidades de poner a prueba lo que has aprendido. Me gustó que el curso fuera 100% en español, pero si necesitas, puedes utilizar los subtítulos. Mi consejo es inscríbete en este curso. Es una muy buena inversión, así que no te arrepentirás. El curso se siente como si un amigo te estuviera enseñando. Muchísimas gracias a todos los estudiantes y tú, estudiante, que me escuchas, si también te quieres inscribir, recuerda que puedes hacerlo hasta este domingo, 28 de julio.
Si no sabes cuál es tu nivel exactamente y no sabes cuál es el mejor curso para ti, puedes hacer el test que hay disponible en la página web. Y si tienes cualquier otra duda, puedes escribirnos al correo electrónico hola@spanishlanguagecoach. com. Y ahora continúo con el tema de hoy.
Probablemente, si has escuchado los episodios anteriores o llevas un tiempo siguiéndome, conoces muy bien mi filosofía sobre cualquier cosa que se nos intente ofrecer cualquier esfuerzo que tengamos que hacer para conseguir algo en la vida en general y que alguien nos diga que lo podemos conseguir de una manera fácil, de una manera rápida y divertida.
Especialmente esta fórmula del fácil, rápido y divertido se usa mucho en la industria del aprendizaje de idiomas, especialmente para ofrecer a personas que nunca han aprendido un idioma, porque es más fácil convencer a estas personas de que se puede hacer de una manera fácil, rápida y divertida. Entonces, yo estoy completamente en contra de esto, porque creo que es mentira.
Pero quiero ahondar o profundizar, como decía, sobre el tema de lo fácil y explicarte cómo, a pesar de que progresar con tu español, mejorar tu español puede parecer no muy fácil, sí que puede ser simple o lo podemos simplificar. Para explicarte esto, primero tenemos que ver la diferencia entre
fácil y simple. Palabras que a menudo se usan como como sinónimos, pero que tienen una diferencia que vale la pena apreciar. Vamos a ver la definición en el diccionario. Fácil, que no requiere gran esfuerzo, habilidad o capacidad. Simple, sencillo, sin complicaciones ni dificultades. Por ejemplo, imagina que vas a IKEA, decimos IKEA y no IKEA, vas a IKEA y compras un mueble, un armario, un armario muy grande.
Viene con un manual de instrucciones y en realidad es muy simple de montar, no tiene demasiadas complicaciones. Solo tienes que juntar unas cuantas piezas y usar tornillos para asegurarte de que las piezas queden juntas. Es un proceso relativamente simple. Las instrucciones no son complejas. Sin embargo, no es fácil porque cada pieza es muy grande y pesada. Y necesitas la ayuda de otra persona. En este caso, no tienes la capacidad física para montar el mueble por tu cuenta.
Necesitas la ayuda de alguien. Es simple, pero no es fácil. Otro ejemplo, cocinar. A mucha gente le gusta la cocina. Son cocinillas, es decir, amantes de cocinar sin ser personas expertas. Para otras personas es algo complicado y creen que no se les da bien esta habilidad. Es decir, no es fácil para ellos.
Sin embargo, hay formas en las que podemos hacer que cocinar sea más simple: seguir una receta paso a paso o incluso usar a una de estas empresas que te llevan a casa en una caja los ingredientes exactos que necesitas para cocinar un plato y te dan el paso a paso. Vamos a volver con el ejemplo de nuestros dos hermanos, Paco y Toni, que quieren ser el próximo faraón.
Los hemos dejado a uno construyendo la base de la pirámide y al otro sin haber empezado absolutamente nada de la construcción de su pirámide. Paco, el hermano que lleva ventaja, el que ya ha construido la base, se da cuenta de algo, y es que esta construcción no es nada fácil. De hecho, es muy difícil. Se da cuenta de que necesita crear un método que lo haga más simple. Así que decide pedir ayuda al hombre más fuerte de la ciudad.
Este le ayuda a entrenar sus músculos y a llevar una dieta que haga que estos crezcan lo más rápido posible. La idea de Paco es que si ahora puede colocar 25 piedras al día, estando el doble de fuerte, es decir, mejorando su capacidad física, podrá colocar 50 piedras al día y acabar mucho antes la construcción de la pirámide. Y lo consigue. Un año después, es capaz de doblar la cantidad de piedras que coloca cada día. Y ya tiene, por cierto, cuatro niveles de la pirámide completados.
¿Y qué hay del otro hermano? ¿Qué pasa con el otro hermano? Pues Toni todavía no ha colocado ni una sola piedra, pero lo que sí que está haciendo es construir construir una especie de máquina un poco extraña. Ya sabes lo que está pasando, ¿verdad? Ya sabes por dónde van los tiros, ya sabes por dónde va la historia. Efectivamente, los dos hermanos sabían que la tarea de construir una pirámide no era una tarea fácil de conseguir, así que buscaron alguna forma de hacerla más simple.
Paco pensó que hacerse más fuerte y doblar el número de piedras que podía colocar cada día era la mejor opción. Toni, por su parte, construyó una grúa, una máquina muy rudimentaria, pero que le permitía transportar las piedras y colocarlas en la pirámide a una velocidad mucho mayor que la de su hermano. Por supuesto que Toni ganó la competición. A pesar de la máquina, todavía tardó años en construir y completar su pirámide, porque era una tarea difícil que requería a tiempo.
Pero cuando él la terminó, a los tres años de empezar, su hermano Paco no había completado ni la mitad de los niveles. Fíjate, estudiante, hay una frase atribuida a Abraham Lincoln
Si tuviera ocho horas para cortar un árbol, pasaría seis afilando mi hacha. Un hacha es una especie de cuchillo muy grande para cortar árboles. Y afilar el hacha es hacer que el hacha, que el cuchillo, corte mejor, sea más eficiente cortando. En los tres ejemplos que hemos visto, para ver la diferencia entre lo fácil y lo simple, estamos ante tareas difíciles por diferentes motivos. La persona que quiere montar el mueble de IKEA tiene una dificultad física para hacerlo por ella misma.
La persona que quiere cocinar, pero no sabe cómo hacerlo, lo encuentra difícil porque no tiene la habilidad. Y en el caso de la pirámide, es difícil porque existe una dificultad tanto física como de habilidades. Y hemos visto como en los tres casos las personas han simplificado, han hecho más simples sus tareas de diversas formas, pidiendo la ayuda de otra persona para montar el mueble o con una suscripción que te ayuda a cocinar recetas complejas paso a paso.
Pero lo interesante es lo que pasa en el ejemplo de la pirámide, porque los dos hermanos fueron inteligentes, fueron listos y fueron conscientes de la dificultad del objetivo y buscaron métodos para simplificarlo. Los dos métodos eran eficaces. Ambos, los dos hermanos, podrían conseguir el objetivo con ellos. Sin embargo, un método era mucho más eficiente que el otro.
Paco tenía un método, ponerse fuerte y levantar más piedras cada día, y un método que ayudaba y mejoraba el proceso, pero no era el más eficiente. Tú puedes pensar, estudiante, en técnicas o métodos que has usado para mejorar tu español, que han sido eficaces pero no eficientes? Yo te voy a contar las mías, mi experiencia con el inglés, el francés o el italiano. En mi etapa escolar, por ejemplo, memorizaba listas de vocabulario y verbos.
Así, memorizando como un loro la traducción del inglés al español y viceversa. ¿Es eficaz? Sí, porque conseguí mi Un objetivo que era aprender nuevas palabras y recordar algunos verbos. ¿Es eficiente? No, porque en realidad podría haber memorizado y consolidado este vocabulario de una forma más rápida trabajando el vocabulario en contexto, por ejemplo, y no con simples traducciones del español al inglés.
Otro ejemplo de algo que usé en el pasado cuando aprendí italiano y ahora con perspectiva, creo que no fue muy eficiente, fue el uso de Duolingo, usar Duolingo. Y yo no voy a ser ese profe de idiomas que pone verde a esta famosa app. Poner verde significa criticar a alguien. Yo la he usado. Creo que es una buena herramienta que es accesible para mucha gente y que la gamificación que incluye te ayuda a crear un hábito.
Pero sí que estoy convencido de que si hubiera invertido esos 15 o 20 minutos diarios que invertía en Duolingo durante un año en otro método diferente, hubiera aprendido mucho más. Para mí, por ejemplo, como aprendiente de un idioma y también como profesor, es fundamental conocer cómo funciona el idioma. Me ayuda a interiorizar lo que aprendo y hace que ponerlo en práctica sea más simple. Y esto Duolingo Creo que no lo ofrece.
Y hablando de eficiencia, es importante recordar la definición de esta palabra: capacidad de lograr, capacidad de conseguir los resultados deseados con el mínimo posible de recursos. ¿Y cuál es el recurso más escaso, estudiante? Pues el que todo el mundo aprecia más, el tiempo, la cantidad de tiempo, la cantidad de horas que le dedicamos, en este caso, a la mejora de un idioma.
El tiempo es ese recurso que no importa cuál sea tu fortuna, cuánto dinero tengas en la cuenta bancaria, es algo que no se puede comprar. Yo te animo, de verdad, te recomiendo muchísimo hacer esta pequeña reflexión y pensar en cómo puedes simplificar el proceso de el aprendizaje del español, de la mejora del español.
También, algo muy importante, pensar si tu método, tu método actual está conectado con tu objetivo, porque esto es algo que veo a veces en algunos estudiantes, que tienen un objetivo muy concreto con su español y sin embargo su método no tiene mucho que ver, no está muy conectado con la consecución de ese objetivo. Te pongo un ejemplo. Imagina que tú eres actriz, eres actor y te gustaría trabajar en producciones, en películas, en series, en español y hacerlo con acento nativo.
Quieres, tienes ese objetivo, que es algo complicado, pero posible, si lo trabajas mucho. Bueno, pues en tu método va a estar muy presente o tiene que estar muy presente la práctica de la pronunciación, conocer muy bien la fonética, los diferentes acentos del español. Claro, es un objetivo muy específico y tu método tiene que estar ligado, conectado con eso. O imagina que tu objetivo es ir de Erasmus a España, ser un estudiante de intercambio en una universidad española.
Pues en ese caso yo te recomendaría, puesto que he sido Erasmus también en el pasado, te recomendaría que conozcas el español más más casual, porque te vas a relacionar con personas españolas y no españolas que utilicen ese vocabulario, pero también el español académico, para que puedas escribir ensayos y redacciones y hacer trabajos conociendo el español académico. O imagina que tu objetivo es aprobar el DELE, el examen de certificación, para conseguir la nacionalidad española.
Pues en tu método va a tener que estar muy presente la preparación de este examen que requiere unas habilidades específicas. Así que muy importante también pensar cuál es el objetivo y si el método que estoy utilizando me va a llevar a él. Y antes hemos hablado de afilar el hacha. Y quiero darte unos pequeños tips, unos pequeños consejos que creo que a veces no se tienen en cuenta, no se consideran y que también son importantes.
No solo es importante tener un muy buen método, sino que lo que rodea ese método también sea favorecedor para que podamos progresar de una forma más eficiente. Por ejemplo, el espacio de trabajo. Mira, ahora mismo estoy yo grabando este podcast y te puedo asegurar que el espacio de trabajo no es el mejor, porque tengo el escritorio, la mesa donde estoy grabando, muy desordenada.
Es importante tener un espacio de trabajo tranquilo, con orden que nos permita poner el foco, poner la atención donde hay que ponerla, en tu caso, en el aprendizaje del español. Otra cosa que no se suele tener en cuenta, el descanso. Aprender español, la realidad, Aprender un idioma es que requiere un esfuerzo intelectual y vas a aprovechar mucho mejor tu tiempo, vas a hacer un uso mejor de tu tiempo si has descansado lo suficiente y vas a interiorizar y consolidar lo que aprendes mucho más.
Algo que tampoco se tiene muy en cuenta, muchas veces, es la repetición. Ninguna persona que sea virtuosa de nada, que sea virtuosa de ninguna habilidad, lo ha hecho practicando algo solo una vez. Cuando ves una estructura, empiezas a aprender un nuevo tiempo verbal o ves una expresión por primera vez, es prácticamente imposible que la interiorices y la consolides con la exposición a ella una sola vez.
Es necesario en el aprendizaje de un idioma la repetición, la exposición constante a esa nueva cosa que aprendes. También el contexto y un contexto significativo. Como te decía, yo aprendí muchas palabras traduciéndolas del español, español-inglés, inglés-español.
Pero si hubiera utilizado el contexto y un contexto significativo, que yo pudiese conectar conectar emocionalmente, creando ejemplos con cosas de mi vida, por ejemplo, hubiese sido mucho más eficiente en ese proceso de adquirir nuevo léxico, nuevo vocabulario. Bien, estudiante, no sé si estás de vacaciones de verano, la mayoría de personas que escuchan este podcast están situadas en el hemisferio norte, así que están disfrutando de la temporada estival, del verano.
Quizás puede ser un buen momento si tienes algunos días de vacaciones para pensar en esto, tomarte tiempo para reflexionar sobre ello. Y también, no sé si en tu escuela pasaba, pero en España, siempre que nos íbamos de vacaciones, las vacaciones escolares en verano son muy largas, duran casi tres meses y siempre nos mandaban unos cuadernillos, unos cuadernos de ejercicios para practicar cosas como matemáticas, lengua española, cosas así, y tenías que hacerlo durante el verano.
Durante esos dos o tres meses tenías que hacer un poco cada día. Si tú también tienes la intención de utilizar este tiempo para mejorar tu español, como te he dicho al principio del episodio, ahora mismo están abiertas las inscripciones a mis tres cursos online. Puede ser una de las posibilidades, uno de los métodos. Y también te informo de que este podcast se va de vacaciones, como todos los veranos, unas semanitas, volveremos en unas semanas.
Y te quiero dejar con una frase que va en línea con todo lo que hemos hablado.
Hay una profunda diferencia entre el interés por algo y el compromiso. Esta diferencia está definida por la calidad y la consistencia de tus acciones. Te dejo con esta frase estudiante y como siempre te agradezco muchísimo que estés aquí semana tras semana escuchándome.
Y si eres uno de esos o una de esas estudiantes fieles al podcast, me ayudarías mucho si lo puedes recomendar a otras personas que estudien español, mandándolo por WhatsApp a tu grupo de amigos o recomendándolo con unas estrellas en Spotify o una valoración escrita en Apple Podcast. Como digo, nos escuchamos en unas semanas. Muchísimas gracias por estar ahí y un abrazo muy grande. Chao, chao.