Hoy hablamos básico, episodio 7, una película de espías. Bienvenido al podcast para aprender español desde cero con historia. Puedes ver la transcripción, las explicaciones de gramática y los ejercicios relacionados con la historia de hoy en nuestra web. hoyhablamos.com barra básico. Ese contenido te ayuda en tu estudio de español. Hoy tenemos una historia para hablar sobre descripciones. cómo describir cómo es una persona, la ropa que lleva y los complementos.
También practicamos los verbos ser, tener, estar, llevar, que se usan para hacer descripciones. Hoy Laura no tiene clases en la universidad, así que está en su cafetería favorita, lista para tomar un buen desayuno. Delante de ella tiene preparado un café con leche, una raja de melón y un croissant de chocolate. La cafetería es pequeña y está llena de gente. De hecho, no hay ningún sitio libre. Laura va a empezar su desayuno cuando suena la campanilla de la puerta.
levanta la vista y ve que entra un hombre con gafas de sol que lleva un periódico bajo el brazo. El hombre camina despacio. Parece que está nervioso. De repente se sienta en la mesa en la que está sentada Laura. Pero, pero empieza a protestar ella. Disculpe, señorita, necesito pedirle ayuda, dice el hombre en voz muy baja. Pero es que no se preocupe, no es nada malo, dice el hombre y le explica la situación. Verá, yo soy un espía.
Y estoy buscando a una persona sospechosa de vender secretos del país a los enemigos. Creemos que esta persona está ahora dentro de esta cafetería. Pero yo soy un espía bastante famoso. Y no puedo pasear mirando atentamente a todas las personas para encontrar al espía enemigo. Necesito que usted me ayude y me describa a las personas que están sentadas en el bar ahora, detrás de mí. Así yo puedo saber si ese malvado espía está aquí o no.
Laura está con la boca abierta de asombro. Es lo más extraño que le ha sucedido en su vida. pero decide hacer lo que este hombre le está pidiendo. Bueno, pero ¿ese espía es un hombre o una mujer? Empieza diciendo Laura. La verdad es que no lo sé. Tendrá que decirme cómo es cada persona. Le responde el espía bueno. Pues vamos a empezar. Veo una mujer mayor, un poco gordita. Tiene el pelo corto. Es morena, lleva un jersey azul y una falda negra. No, no creo que sea ella.
Pues también hay un chico joven. Tiene unos 20 años. Es bastante guapo. Muy guapo, ahora que me doy cuenta. Bueno, a lo que voy. Es alto y atlético. tiene el pelo castaño y tiene los ojos verdes. Lleva una camiseta blanca y unos vaqueros. No, tampoco, tampoco. No coincide con ninguno de los espías que yo conozco. ¿Qué más? Laura mira en otra dirección. La situación es muy extraña, pero le parece divertido estar haciendo de espía. Entonces continúa. Pues hay un hombre de mediana edad.
Creo que tiene unos 50 años. Es alto y está un poco gordo. Ese puede ser. ¿Es rubio o moreno? Bueno, en realidad está calvo, responde Laura con una sonrisa. Vaya, si está calvo es que no tiene pelo, pues tampoco es el sospechoso. Pues delante de este hombre hay una chica joven. Parece su hija. Es delgada, bonita, es morena. Tiene el pelo largo y liso. Lleva un vestido de color azul con flores. Tampoco, tampoco, dice el espía con un poco de mala educación.
Laura está empezando a impacientarse, pero decide continuar. Veo también a dos mujeres jóvenes. Tienen unos 25 o 30 años. Creo que son hermanas, porque son muy parecidas. Las dos son bajitas. Una tiene el pelo rizado y la otra lo tiene ondulado. Las dos son rubias. Parecen simpáticas. Una lleva una camiseta negra con el logotipo de un grupo de rock. La otra lleva una camiseta verde con rayas blancas.
No, no, no, no es nadie de esas personas, dice el espía con impaciencia. Entonces le hace una pregunta directa a Laura. De todas las personas que hay en la cafetería, nadie lleva gafas. Bueno, en realidad sí, usted lleva gafas de sol. Es verdad, admite el espía. Pero quiero decir gafas de vista, no gafas de sol. Sí, el camarero lleva gafas de vista, dice Laura. ¿Y cómo es? Pues es Julián. Lo conozco desde hace muchos años.
Es bajito, está un poquito gordo. Le gusta mucho comer pasteles, ¿sabe? No tiene mucho pelo, pero es moreno. Tiene la cara redonda y simpática. Lleva un pantalón negro y una camisa blanca. Claro, lleva ropa de camarero. ¡Qué tonto soy! Laura mira al espía con un poco de impaciencia. Ya se está empezando a cansar de toda esta historia del espía. Además, tiene hambre porque todavía no ha tomado el desayuno.
Seguro que su café ya está frío. Así que le dice al espía. Mire, yo ya no quiero ayudarle más. Además, ya no hay más personas en la cafetería. Solo quedo yo y estoy segura de que no soy una espía. Así que, por favor, tengo que pedirle que me deje desayunar tranquila. El espía suspira con resignación y con voz triste le dice Tiene razón. Lo siento. Supongo que tengo una información que no es correcta. Tendré que buscar a ese malvado espía en otro lugar. Lamento haberla molestado, señorita.
No se preocupe, no pasa nada, pero creo que aquí, en Toledo, no va a encontrar a muchos espías. Responde Laura amablemente. Nunca se sabe, señorita, nunca se sabe, dice el espía y se despide de Laura con un saludo con la cabeza. Por fin se ha ido, piensa Laura. Se da cuenta de que tiene mucha hambre. Así que se prepara para comerse su croissant. Pero entonces Laura grita ¡Mi croissant! ¡Me has robado mi croissant!
Este es el final de la aventura. Muchas gracias por escuchar este podcast. Recuerda, puedes ver la transcripción. las explicaciones de gramática y los ejercicios relacionados con esta historia en nuestra web hoyhablamos.com