Como mantener la disciplina flexible - podcast episode cover

Como mantener la disciplina flexible

Apr 28, 202515 minSeason 3Ep. 133
--:--
--:--
Listen in podcast apps:
Metacast
Spotify
Youtube
RSS

Summary

Zair Dali comparte el concepto de disciplina flexible, combinando su experiencia y la de sus clientes para ayudar a mantener la consistencia en hábitos y metas. El episodio explora cómo adaptarse a los cambios en la vida, establecer metas realistas y evitar la autoexigencia, fomentando la autocompasión y la flexibilidad para lograr un progreso sostenible.

Episode description

Se que mantenerse consistentes con nuestras metas o hábitos puede ser un gran reto, más cuando hay tantas otras cosas sucediendo en el mundo y nuestra vida. Por esa razón quiero hablarte del concepto de disciplina flexible y como me ha permitido mantener la consistencia sin ser abrumador.

 

Escucha el episodio en:

🎙️ Spotify

🎧 YouTube

🎙️ iPodcast

 

Puedes escribirme por Instagram o Facebook VIP para ayudarte a ser flexible y realista con tus metas.

 

El episodio sobre un truco para bajarle al perfeccionismo y otros autosaboteadores lo ppuedes escuchar en: https://open.spotify.com/episode/4nCRcofRMSf09AMP5OmeCo?si=3wi6bnmCQWSKckXKuMTgzg

Transcript

te cuesta mantenerte disciplinada especialmente en esos hábitos hoy voy a hablarte de cómo mantener una disciplina que sea flexible y realista con tu vida en su tercera temporada. Mediando el proceso. Bien adentro. Take care.

con Erika y allá voy de octubre así que claro que estoy grabando esto con anterioridad pero sé que voy a estar muy emocionada y ansiosa de que llegue el momento de mi vuelo así que deja ver si te comparto por las redes sociales Pero hoy vamos a hablar de disciplina flexible, un tema y un concepto que conocí ya hace un año, un año y medio a través de... Stephanie Restrepo, con quien tomé un curso y un mastermind que fue bien...

Fue muy revelador en cuanto a hábitos, a mentalidad, también introspección. Me encantó la experiencia y aprendí de lo que era disciplina flexible y quiero combinarlo con mi experiencia. Y con la experiencia de mis clientes, te cuento que ya no son todas fajonas. Tengo dos fajones como clientes, uno de ellos en México y otro acá en Puerto Rico.

Pero de ellos he aprendido por lo menos de este caballero en México y de mi experiencia a trabajar con la disciplina flexible. Así que quiero dialogar un poquito sobre esto. Pero si tú sientes que tú necesitas ayuda, que tú necesitas apoyo, que tú necesitas esa accountability para realmente ponerte a trabajar en lo que tú quieres y deseas.

Déjame la palabra VIP a través de Instagram o de Facebook para poder comunicarnos y que podamos sacar una sesión de evaluación. A ver si cualificas para mi programa. Vamos a ver, hablemos de disciplina flexible. Más allá de motivación, yo te he dicho anteriormente que para trabajar en nuestro hábito necesitamos disciplina, pero la realidad es que la vida no es perfecta.

Y muchas veces que planificamos no nos sale como el plan. Especialmente hace dos semanas hubo un apago en general en Puerto Rico. Yo tenía mis planes y mi día súper hecho. Y el apagón lo arruinó todo. Porque no hay luz, no soy yo nada más. Es todo Puerto Rico que se quedó sin luz. Y es como que bueno, tenía tres sesiones que se tuvieron que cancelar. Venía alguien para mi casa para arreglar.

Un mueble se tuvo que cancelar porque necesitaba luz, no sé qué más. Así que los planes cambian. Ahora, ¿cómo yo me puedo mantener disciplinada dentro de mis hábitos, dentro de mis metas y objetivos? Con flexibilidad. Pues mira. A mí me gusta determinar con mis clientes metas aceptables. Y metas ideales, ¿verdad? Ideal es este plan perfeccionista o utópico, no me gusta usar el perfeccionismo. El plan ideal es donde, ¿verdad? Lo que yo quisiera lograr realmente. Y el aceptable es que pasa.

Si yo no puedo hacer esto, ¿con cuánto yo estoy contenta por lo menos? Porque muchas veces no es lo que hacemos, es cómo reaccionamos a ello. Dije que iba a hacer ejercicio 5 a la semana. Pero llevas tres años sin hacer ejercicio porque eso te parece que es realista. Pues entonces, si tu ideal es cinco, perfecto. Yo no te voy a quitar esa ilusión porque es posible. Claro que sí. Pero entonces vamos a dar algo que sea aceptable just in case ese plan cambie. Entonces.

Tu ideal es cinco días de hacer ejercicio. Pues mira, lo aceptable puede ser tres. Y así tú eres flexible dentro de la meta que quieres realizar. Mi cliente comenzó a trabajar con su ejercicio. Este hombre yo lo admiro muchísimo porque... Ha estado bien juicioso, trabajando el equilibrio, trabajando sus emociones, trabajando sus rutinas. Y has sido digno de admiración. Bueno, en cada sesión yo se lo digo como que estás...

súper bien alineado trabajando en lo que tú quieres y necesitas. Y él estuvo con una trainer de los ejercicios, pero sentía que era muy rígido, que si tenía que hacer este ejercicio y este ejercicio y tanto tiempo, ¿verdad? Y en nuestra última sesión dialogamos y dijimos como que, ¿sabes qué? Ya yo siento que tengo el hábito de hacer ejercicio, pero necesito bajarlo un poco porque mi trabajo se está poniendo más intenso. Así que yo no voy a dejar de hacerlo simplemente.

No voy a estar trabajando con la trainer y lo voy a colocar a mi flexibilidad y a mi realidad actual. Y eso está perfecto, porque no está abandonando el hábito. Él simplemente lo está modificando de una forma que se adapte mejor a su vida, que se adapte mejor a su realidad. Cuando él comenzó con la trainer, pues no tenía su trabajo tan intenso como lo tiene ahora.

Así que pues, no había necesidad, lo podía hacer, pero como la vida cambia, pues él sigue siendo disciplinado atendiendo su realidad, ¿ok? Eso es una de las primeras cosas que siento que ayuda muchísimo a trabajar con la disciplina. Lo otro es que mira, todos procrastinamos. Así que si tú sientes que tú procrastinas o que llevaste a cabo alguna procrastinación, no te juzgues, no pelees contigo, simplemente pregúntate. Esto que yo procrastineo atrás...

Fue por una decisión propia, porque estaba cansada, porque no quería atender eso ahora, porque me da miedo, porque me abruma. o fue un factor externo, como el apagón que nos pasó, ¿ok? Así que piensa en eso, porque hay formas de atenderlo, depende a la razón. ¿Está bien? Así que si procrastinas o atrasas algo, pregúntate, ¿esto es un factor externo o esto fui yo que tomé la decisión? Y si fui yo que tomé la decisión, ¿por qué?

¿Cuál es la raíz que me está ahí creando conflicto? Está bien, no es para juzgarte. Háblate bonito. Tú sabes cuánta negatividad, ¿verdad? Yo no sé cómo fue tu crianza. Yo no sé cómo ha sido tu vida. Yo no sé las situaciones que tú estás viviendo ahora mismo. Porque tu vida ha sido muy distinta a la mía probablemente o parecida, no sé. Pero no hemos tenido la misma vida.

Pero pudo haber gente en tu vida que no te habló bonito, que no te dio buenos consejos o que ni te dio consejos o ni te hablaban o te trataban mal. No sé. Pero entonces tú también vas a hacer lo mismo. Tú quieres hablarte mal. A veces nos tratamos tan y tan mal que es como, wow, date un abracito, date un beso en el hombro, mírate al espejo y dices, eres grandiosa.

Lo estás haciendo bien. Lo estás trabajando. No eres perfecta y eso está bien. Háblate bonito. No te juzgues tanto. No te maltrates tanto. ¿Ok? Cuando estamos hablando de hábitos, especialmente Yo voy a seguir repitiendo hasta que me quede oxígeno, que yo no creo en que los hábitos se construyan 21 días. Eso para mí es una gran mentira. Si tú quieres hábitos. Para toda tu vida.

Hacho, no pensemos en que son 21 días, por favor. Ni lo pienses que son 21 días. Simplemente piensa futuros. Esto lo estoy construyendo para mi futura yo. para la versión y la identidad de Sair en un año, en tres años. Mira, yo miro atrás.

Yo miro atrás, yo me acuerdo, déjame ver si me acuerdo específicamente, hubo algo la semana pasada que yo estaba pensando como wow, antes yo ni hacía eso, ah, los inciensos. Yo siempre, y me acuerdo de adolescente, Imaginarme con inciensos, con piedras, unas cosas, tener unas rutinas bien místicas con... con velitas y meditación y no sé qué más. Y yo siempre lo visualizaba en mi identidad, pero no hacía nada. Me compraba los inciensos, los usaba una o dos veces y se quedaba ahí.

Y ahora yo veo mi vida como que, wow, ya es parte de mi rutina. Prender una vela, tener un incienso, hacer una meditación, ya está mucho más adaptado a mi rutina. Pero eso pasó con el tiempo. ¿Verdad? Y no he estado en este ajoro de que lo tengo que hacer todos los días, sino un pecado o whatever, ¿verdad? Así que... Piensa en los hábitos como un cambio a tu identidad y a futuro. ¿Está bien? Y algo súper importante que yo no quiero que se acabe este episodio sin decir.

Bájale a la autoexigencia y al perfeccionado. Yo no sé quién en tu crianza te exigía perfección, pero quiero que tú te mires al espejo y le digas a tu niña interior, Ser imperfecta está bien. Y repítetelo cuantas veces lo necesites. Y de hecho yo hice un episodio la semana pasada. Sobre el perfeccionismo, sobre un truco bien sencillo del perfeccionismo o cualquier autosaboteador.

que te lo voy a dejar en las notas del programa por si te puede ayudar. Pero muchas de estos autosaboteadores vienen de nuestra infancia. Inconsciente o conscientemente estamos arrastrando conductas de nuestros padres o abuelos y no nos damos cuenta. Si alguien a ti te dijo, yo sé cómo pasó en mi niñez. se me exigía mucho y yo tenía como esta visión, yo soy la menor de tres, soy la única nena.

Y yo vi muy marcado la diferencia, el trato entre los géneros. Yo veía las cosas que se les decían o se les... se les permitían a mis hermanos y cómo era el trato conmigo por ser nena. Y yo tenía como esta necesidad de... Servista. Y de ser la hija modelo y la estudiante modelo. Y bueno, yo me acuerdo que a mí me castigaron un mes por sacar un 89. Un 89, que eso es una B. Pero no, tenía que haber perfección, tenía todo que ser A.

Y me acuerdo las palabras de mi mamá. Fueron, con este 89 a ti te excusarían de los exámenes finales. Porque todos los semestres, si tú tenías, creo que eran 95 o más en las clases, tú te excusabas de los exámenes finales en mi colegio. Y yo era una estofona, yo era súper nerda, siempre cuatro puntos. Pero hacían como que en octubre y en marzo había una visita de padres para que ellos vieran cómo iban los hijos y qué sé yo, para que pudieran remediar en los meses que quedaban.

Y en octubre yo tenía 89 en la clase de matemáticas de álgebra, octavo grado. No se me olvida nunca, nunca, con Adi Domenech. Un besote a Miss Domenech, que después fue colega. Boa! Yo tenía 89 y mi mamá me dijo, con esto tú no te excusas los exámenes finales, así que no vas a salir por un mes. Yo creo que yo no salía mucho. ¿Para dónde voy a ir? Bueno, habían los quinceañeros.

Y a mí, o sea, eso se me marcó. Porque, wow, por un puntito no llegué a 90, no tengo una A. Y por tanto, tengo que estar un mes en cerrar mi casa. Oh my God, en verdad estoy pensando ahora como que en octavo yo no hangueaba, pero sí había fiestecitas o sleepovers o cosas así con amistades o el cine. Y no lo pude hacer porque tenía 89. Imagínate el nivel de perfeccionismo que se me estaba pidiendo. O que al menos yo lo veía así. Y eso se me incrustó.

Todo tiene que ser ahí right on point. Así que bájales de perfeccionismo, bájale a la autoexigencia. Y comienza a pensar en flexibilidad. No dejes de ser disciplinada. Simplemente adáptalo a tu realidad. Así que espero que este episodio haya sido de valor. Compártelo en las redes sociales. Siempre etiquétame como Sair Dalí. Y recuerda. Si tú necesitas accountability, ese apoyo para que puedas trabajar en lo que tú quieras sin quitarte, porque yo sé que lo has tratado sola.

Déjame la palabra VIP por Instagram o por Facebook para que podamos conectar. Y nos vemos entonces en la próxima ocasión que te voy a compartir más herramientas, inspiración y conocimiento para que continúes en el proceso de alcanzar la mejor.

This transcript was generated by Metacast using AI and may contain inaccuracies. Learn more about transcripts.
For the best experience, listen in Metacast app for iOS or Android
Open in Metacast